Capítulo 25 Perdóname

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-No, otra vez no... -repetía Willy viendo como Samuel salía de su habitación.

Agitó la cabeza y se dispuso a detenerle, salió al pasillo y vio que Samuel estaba a punto de salir por la puerta de casa. Le cogió del brazo y de un tirón le giro poniéndole frente suya.

-¿Qué haces? -preguntó molesto Vegetta mientras movía su brazo para que Willy le soltara.

-Cogerte para que no te vayas. No te puedes enfadar por esta tontería. -respondió algo furioso.

-No lo entiendes... -comentó parando de mover el brazo.

-Pues igual si me lo explicas llego a entender lo que te pasa. -dijo algo preocupado soltando a Samuel.

-Willy... -suspiró y cerró la puerta- ...no me he enfadado porque no vayamos a tener salseo, aunque claro que quiero -se le escapó una leve carcajada- es por lo que haces. -dijo algo apagado sin mirar a los ojos de Willy.

-¿Qué hago? -preguntó confuso.

Ante eso, Samuel soltó otra carcajada mientras levantaba la mirada poco a poco.

-Willy, me encanta cuando paseamos de la mano y nos besamos, comprendo que te preocupes y que te moleste que la gente nos mire algo mal pero no soporto que... -clavó la mirada desafiante en Willy- no luches por esto.

-¿Cómo que no lucho? -levantó el tono de voz algo ofendido.

-Es la verdad, piensa sino en lo que acaba de suceder. -respondió aún algo triste.

-Lo que acaba de suceder es que eres tonto y te enfadas por tonterías. -comentó sin tomarse muy enserio el tema.

-No Willy. -suspiró con una sonrisa de lado- Yo he sentido otra cosa. Creo que no estás a gusto conmigo.

-¿Qué te hace pensar eso? - preguntó abriendo los ojos como platos.

-Que me has dicho que en un mes estaremos juntos. ¿Qué no lo estamos ya? ¿Qué soy para ti sino? -comenzó a hablar con ira en sus palabras.

-Te he dicho que en un mes nos vamos a ver día tras día... -respondió intentando calmarse.

-Pues yo pienso otra cosa, pienso que no luchas por esto porque si lo hicieras mínimamente te esforzarías en vernos, en poder quedar, en estar juntos. No te conformarías con que en un mes nos veremos y el resto del tiempo da lo mismo.-decía Vegetta muy molesto. - Si de verdad me quisieras harías lo posible por vernos.

-¿Ahora te crees que no te veo porque no quiero? ¡Pues claro que te quiero, y claro que querría verte más, pero si no tenemos tiempo no puedo sacarlo de donde no lo hay! -comenzó de nuevo a levantar la voz.

-¿Pues por qué no intentas sacar tiempo para que nos veamos? -preguntó con un tono que ya era un grito.

-¡Por que cada vez que nos vemos algo sale mal y no podemos estar tranquilos y felices! -gritó mientras se le quebraba la voz mirando a los ojos de Vegetta.

-Pues la verdad tienes razón, no estamos ni tranquilos ni felices. -comenzó serio- Si esto fuera algo que de verdad queremos haríamos lo posible porque lo malo cambiara... si esto fuera más serio no discutiríamos por lo más mínimo. -dijo mientras se le quebraba la voz.

-Eres tú que le das demasiada importancia a esto. -respondió Willy mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla.

-Pues igual tienes razón y lo nuestro es una estupidez sin sentido. -dijo conteniendo lo sollozos.

-¿De verdad crees que lo nuestro no tiene sentido? -preguntó Willy con la voz entrecortada.

-No tiene sentido si nos vamos a enfadar por todo y tan rápido. -respondió apretando los puños y bajando la mirada.

El hilo rojo WIGETTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora