-¿Cómo lo... ? -empezó Harry, mientras Moonlove, sin detenerse observaba de reojo a sus compañeros, manteniendo una pequeña mueca en su rostro en todo momento.

-Los testamentos de magos son examinados por el Ministerio, ¿recuerdas? Saben que Sirius le dejó este lugar.

La presencia de los mortifagos fuera incrementó el humor amenazador dentro del número doce. No habían tenido noticias de nadie que estuviera más allá de Grimmauld Place desde el patronus del Señor Weasley, y la tensión empezaba a pasar factura. Inquieto e irritable, Ron había desarrollado el molesto hábito de jugar con el Desiluminador en sus bolsillos. Esto enfurecía particularmente a Hermione, que había abandonado la espera por Kreacher para estudiar Los Cuentos de Beedle el Bardo y no apreciaba la forma en que las luces seguían encendiéndose y apagándose.

-¡Quieres parar! -gritó la tercera noche de ausencia de Kreacher, cuando todas las luces se apagaron de nuevo en el salón de dibujo.

-¡Lo siento, lo siento! -dijo Ron, accionando el Desiluminador y restaurando las luces-. ¡No sé qué estoy haciendo!

-¿Bueno, puedo sugerirte que encuentres algo útil en que ocuparte?

-¿Algo como leer cuentos para niños?

-Dumbledore me dejó este libro, Ron...

- .. y a mí me dejó el Desiluminador, ¡quizás se supone que tenga que usarlo!

Incapaz de soportar la pelea, Harry salió de la habitación sin que lo notara ninguno de los dos. Se dirigió escaleras abajo hacia la cocina, la cual seguía visitando porque estaba seguro de que era allí donde era probablemente apa- recería Kreacher. En el caminó observó como su mejor amiga se hayaba frente al retrato de su difunta abuela, escuchándola maldecirla por lo bajo, el azabache suspiró, su amiga estaba rara desde que llegaron tres días atrás, debía hablar con ella.

A medio camino, sin embargo, oyó un golpe en la puerta delantera, después chasquidos metálicos y el rechinar de la cadena.

Todos los nervios de su cuerpo parecieron tensarse. Sacó su varita, adentrándose en las sombras junto a las cabezas de elfos decapitados, y esperó. La puerta se abrió. Vio un destello de luz de las farolas de la plaza de abajo, y una figura encapuchada se adentró en el vestíbulo y cerró la puerta tras ella.El intruso dio un paso hacia adelante y la voz de Moody pregunto. "¿Severus Snape?". Entonces la figura de polvo alcanzó el final del vestíbulo y se lanzósobre él, alzando su mano muerta.

-No fui yo quien te mató, Albus, -dijo una voz tranquila.

La maldición se rompió. La figura explotó de nuevo, y fue imposible divisaral recién llegado a través de la densa nube gris que esta dejó atrás.

Harry apuntó su varita en medio de ella.

-¡No te muevas!

Había olvidado el retrato de la Señora Black. Al oír su grito, las cortinas que la ocultaban se abrieron y ella empezó a gritar "Sangresucia y basura deshonrando mi casa...", lo cual logró asustar levemente a Moon, quien se alzó rápidamente y caminó hacia la puerta sin cerrar la cortina, simplemente apuntando al sujeto con su arco (sin percatarse de ello), sin dejarse ver.

Ron y Hermione, por su parte, se lanzaron escaleras abajo tras Harry, apuntando con las varitas, como él con la suya, al hombre desconocido que ahora estaba de pie con los brazos alzados en el vestíbulo de abajo.

-¡Alto el fuego, soy Remus!

-Oh, gracias a Dios. -dijo Hermione débilmente, apuntando con su varita al retrato de la Señora Black; con una detonación, las cortinas se cerraron de nuevo y se hizo el silencio. Ron también bajó su varita, pero Harry y Moon no bajaron sus armas.

Una Doble Semidiosa.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن