9. Capítulo

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La azabache se encontraba observando a las personas que se encontraban en la puerta de su vagón, eran los gemelos Weasley junto a un chico alto, de piel oscuras y rastas negras.

Sin permitir que los chicos le preguntaran nada sacó un libro en griego de su mochila y siguió leyendo, en una muda aceptación de que se quedaran en el vagón, los chicos se adentraron con una gran sonrisa, dejando que uno de los pelirrojos se sentara a su lado, dejando al gemelo frente a ella y al pelinegro junto a este.

Se mantuvieron observándose entre ellos por los primeros diez minutos antes de mirar a la menor, haciendo que esta suspirara y les mirara de reojo, incitándoles a hablar.

El primero que habló fue uno de los gemelos, por lo que la menor le observó fijamente, notando que a diferencia de su hermano este tenía un lunar en el lado derecho de su cuello.

- Eras Moonlove, ¿no?

- Solo Moon, por favor.

Los chicos sonrieron, haciendo que la chica sonriera suavemente también, cerrando su libro, notando que no se habían percatado del idioma de este, por lo que lo guardo mientras les seguía observando, esperando a que se presentaran nuevamente, y así ella saber distinguirlos, conociendo de paso al de piel oscura.

- Yo soy Fred, mi hermano George y nuestro amigo Lee Jordan.

- Un placer, chicos.

La chica les producía curiosidad, por lo que no pudieron evitar comenzar a hacerle preguntas, haciendo reír con suavidad a la chica, con la risa burbujeante y dulce que le caracteriza.

Los cuatro chicos congeniaron al instante, riendo y conociéndose poco a poco, sorprendiendo a la menor cuando comenzaron a contarle lo ocurrido desde que Harry Potter había llegado a Hogwarts hacía dos años.

- Menuda locura, ¿pero no que los profesores deben cuidarnos y no tratar de matarnos?

Los tres rieron dándole la razón para después seguir hablando, descubriendo que la menor tenía muy buenas ideas en lo que a bromas se refería, aunque ella dijo que venía de familia, que su padre y padrino fueron de los mejores bromistas que habían existido.

Después se mantuvieron en un tranquilo y cómodo silencio, Fred permitió que la menor apoyara la cabeza en su hombro, mientras esta miraba por la ventana, sabía que esos chicos serían grandes amigos suyos.

Cuando llegaron al anden no pudieron evitar notar el ambiente tan tenso que se había formado debido a un problema con un dementor, y es que al parecer ese monstruo había atacado a Harry Potter.

Los tres se despidieron de la azabache, con la promesa de que luego en la cena hablarían, la chica les sonrió con diversión, ganándose que George la despeinada y ella golpeara suavemente su mano antes de correr en dirección a los de primer año, más se quedó estática al ver lo que había al frente.

De no ser porque el semigigante se veía amigable la niña hubiera sacado el arco de sus botas. El semigigante se presentó como Hagrid, el guardabosques de Hogwarts, a lo que ella suspiró con suavidad.

No comentó nada, simplemente se adentró en uno de los botes, logrando estar sola en este, el cual se comenzó a mover con suavidad, la niña primero observaba el lago negro, notando como un calamar gigante, y unos cuantos selkies y grindylows se movilizaban por su interior, cuando alzó la cabeza abrió los ojos de la impresión, el castillo era totalmente espectacular.

"Annie le encantaría.. Ojalá poder hacer una foto.."

No pudo evitar que aquél pensamiento cruzara su mente, sacándole un suspiro mientras fijaba su vista en la mujer que les esperaba en la entrada. La bruja era mujer alta, severa, de unos setenta años de edad. Vestía una túnica de color verde esmeralda y un sombrero puntiagudo inclinado hacia un lado, poseía una expresión muy remilgada. Su cabello negro se encontraba peinado hacia atrás en un moño apretado.

Una Doble Semidiosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora