Peter: Comenten un terrible error. No somos héroes señor.

Astrid: Somos de Finchley -me levanté de donde estaba- Gracias por su hospitalidad, pero ya tenemos que irnos. 

Sr. Castor: No pueden irse.

Lucy: Tiene razón. Tenemos que salvar al señor Tumnus. 

Peter: Está fuera de nuestro control -miró a los castores- Lo siento, pero los cinco tenemos que irnos. 

Voltee para llamar a Ed, pero ya no estaba.

Astrid: Peter, Edmund no está -dije preocupada.

La puerta de la pequeña casa estaba abierta. ¡Maldito niño!

Peter: Lo mataré.

Sr. Castor: Tal vez no sea necesario. ¿Edmund ya había visitado Narnia anteriormente?

Rápidamente nos pusimos nuestro abrigos y salimos de la presa. Corrimos hasta el castillo guiados por el castor. No nos acercamos, estábamos lo suficientemente lejos como para no ser vistos. El castillo era bastante grande y completamente hecho de hielo. Justo cuando llegamos vimos una pequeña figura atravesar las enorme puertas.

Lucy: ¡Edmund!

Sr. Castor: No grites. Te escucharán.

Peter se encaminó hacía el castillo pero el castor lo detuvo por el abrigo.

Peter: ¡Suéltame!

Sr. Castor: Estás haciendo lo que ella quiere.

Astrid: No podemos dejar que se vaya.

Susan: Es nuestro hermano.

Sr. Castor: Es la carnada. La bruja quiere atrapar a los cinco para evitar que la profecía se cumpla. Los asesinará.

Peter me miró. Estoy completamente segura que mi rostro reflejaba cuan preocupada estaba. ¿En qué momento nos metimos en esto?

Susan: Todo esto es culpa tuya -le dijo a Peter.

Peter: ¿Mi culpa?

Susan: Te dije que volviéramos, no quisiste escuchar y mira lo que pasó.

Peter: ¿Entonces sabías lo que pasaría?

Susan: Claro que no. Por eso debimos irnos antes de que sucediera...

Lucy: ¡No peleen!

Astrid: Pelear no salvará a Ed. No creí decir esto, pero deberíamos ir a ver a Aslan.

Sr. Castor: Tiene razón. Solo Aslan lo salvará ahora.

Peter: Hay que ir con él.


NARRADOR.

Ed entró al enorme palacio. Se encontró con un pasillo lleno de extrañas estatuas de piedra. Se detuvo frente a una, parecía una leona. Junto a ella había algunos trozos de carbón. Ed tomó uno y le dibujó un par de lentes y un peculiar bigote a la estatua. 

Siguió caminando hasta llegar a una gran puerta. Pasó por encima de lo que creyó era otra estatua pero esta vez se equivocó. Se trataba de Maugrim, el lobo policía de la Reina. Este le saltó encima haciéndolo caer.

Maugrim: Quieto extraño, o será lo último que hagas. ¿Quién eres?

Edmund: Soy Edmund. Hablé con la Reina en el bosque. Me dijo que viniera aquí. Soy el hijo de Adán, es verdad.

Maugrim se le quito de encima para que se pudiera levantar.

Maugrim: Mil disculpas, afortunado favorito de la Reina. O quizá no tan afortunado.

Maugrim guío a Edmund hasta la sala principal del palacio. En esta estaba el trono de Jadis, pero ella no estaba ahí. 

Maugrim: Espera aquí -dijo antes de irse.

Edmund esperó a que se hubiera ido para sentarse en el trono. Se sentía tan bien.

Jadis: ¿Te gusta? -dijo apareciendo en la sala seguida por Ginarrbrik. Edmund se levantó de inmediato.

Edmund: Si, Majestad.

Jadis: Eso supuse -dijo sentándose en el trono- Dime Edmund- ¿Están sordas tus hermanas?

Edmund: No.

Jadis: ¿Y tu hermano no tiene inteligencia?

Edmund: Pues yo digo que no, pero mamá dice...

Jadis: ¡Y, ¿cómo te atreves a venir sin ellos?!

Edmund: Lo intenté -dijo asustado.

Jadis: Era sencillo lo que te pedí. Y no lo pudiste hacer.

Edmund: Es que no quieren escucharme, pero si  los traje muy cerca de aquí. Están en la casa de los castores, por la presa.

Jadis: Bueno, supongo que no eres tan inútil entonces, ¿o si?

Edmund: Solo una cosa -Jadis lo miró- ¿podría darme unas golosinas?

Jadis: Dale lo que quieres -le dijo a Ginarrbrik.

Ginarrbrik se llevó a Edmund cuando Maugrim apareció.

Jadis: Ya sabes que hacer -le dijo al lobo.

Este aulló para llamar a sus compañeros y no tardaron en abandonar el palacio.






Una Nueva Aventura (Peter & Astrid) TERMINADAWhere stories live. Discover now