Miedo

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Tener la oportunidad de despertar nuevamente al lado del castaño era algo que emocionaba a Kashima, tenia el firme deseo de lograr que estas situaciones se volvieran más comunes con el pasar del tiempo y en lo profundo de su corazón, quería poder pasar todos los días de su vida junto a él. 

Aun no sabia como había logrado que Toono regresara sus sentimientos, pero aun así, lo atesoraría.

"Buenos días" escucho la voz ronca por el sueño de su novio. Este seguía acurrucado entre las sabanas pero se había vuelto para mirarlo de frente.

"Buenos días bebé, ¿que quieres hacer hoy" pregunto Kashima con curiosidad.

Las mejillas de Toono se encendieron de vergüenza por el nuevo apodo cariñoso, pero lo dejo pasar al darse cuenta que no le molestaba en absoluto y decidió concentrase en la pregunta de su novio. Realmente no había nada que quisiera hacer (tal vez algunas actividades pervertidas con Kashima, pero no lo diría en voz alta, por pena).

En realidad sus planes para el fin de semana siempre eran iguales, solo dormir todo el día y salir exclusivamente por comida.

"No se... ¿Hay algo que tú quieras hacer?" le pregunto.

"Estaba pensando en que me gustaría que tuviéramos una cita" le dijo con una brillante sonrisa. "Podemos recorrer el bosque que esta alrededor de la escuela"

"¿Eso se puede hacer?" pregunto Toono sin estar convencido, pues jamas había escuchado (en los pocos días que llevaba en la escuela) que los estudiantes podían salir a los alrededores. 

"Lo escuche de un compañero, solo tenemos que obtener un permiso y listo" trataba de convencerlo ya que realmente deseaba llevarlo lejos de los demás, al exterior, y así poder mimarlo con mas libertad.

"Mmm esta bien vamos" respondió el castaño con una sonrisa. Casi no le gustaba moverse pero ir a pasear al lado de Kashima, sonaba perfecto y ademas no estarían a la vista de los demás, así que podría tocarlo como quisiese sin que nadie los juzgara.

"Muy bien entonces cámbiate, ponte algo cómodo y te espero en el comedor, iré a mi habitación para cambiarme" dijo mientras se levantaba y estiraba sus músculos. Si seguimos teniendo más sesiones como la de anoche, creo que no necesitare seguir haciendo deporte, pensó con diversión.

"Esta bien te veo ahí" lo despidió con un dulce beso.

.

Después de haberse encontrado en el comedor y haber tenido un rápido desayudo (Toono seguía sorprendido por lo hambriento que quedaba después de estar con Kashima), se dirigieron hacia el salón de los profesores por el permiso. 

Estaban por entrar a la oficina cuando, para la mala fortuna de Toono, vio por la ventana, a un estudiante de ultimo grado discutir con un maestro y lo reconoció como el mismo sujeto que siempre se le quedaba viendo de una manera que le mandaba escalofríos por el cuerpo, como si un millón de insectos caminaran por su piel, ademas solía acorralarlo para iniciar alguna platica, sin importarle si llegaba a alguna clase tarde por su culpa. 

"Um kashima te esperare afuera, en el patio" le dijo en voz baja para no llamar la atención del otro chico.

El azabache quedo curioso por este cambio de actitud, primero estaba relajado y sonriente y ahora su cuerpo estaba tenso y la sonrisa se había convertido en una mueca.

"Mmm esta bien, ¿pero que tienes?" le pregunto.

"Nada es solo que..." se le apago la voz mientras sus ojos se dirigían sin querer al chico de la oficina. Kashima siguió su mirada hasta notar a quien miraba y la comprensión llego a su cabeza.

Yarichin Bitch Club: Kashima y Toono.Where stories live. Discover now