Capítulo 8: Make you believe

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Narra Alex:

 

Lo estaba pasando realmente bien, al final el día estuvo bien. La película ya estaba terminando y la verdad que daba miedo de verdad. Lo peor de esta película es que es una de esas que en las que piensas que lo que pasa es posible que sea real y que te pueda pasar a ti. Lo que más temía en ese momento era que sonara el teléfono, juro que si sonara me iba a dar un infarto. Justo en ese momento la película terminó. Yo estaba echa un ovillo, agarrando un cojín con un brazo y con el otro apretaba fuertemente el brazo de Cait, seguramente le estaría cortando la circulación. Todos comenzaron a comentar la película y tal, así que yo me fui relajando un poco. Cuando pensé que todo estaba calmado, suena el puto teléfono.

- No, no, no, mierda!! – Salté del sofá como una loca y comencé a correr por toda la sala. – No lo cojáis, no lo cojáis! Ni se os ocurra! – Les grité a mis amigos me observaban como diciendo: esta está loca.

- Alex cálmate. – me dijo Nash entre carcajadas.

- Pero vamos a ver Nash, tú no te das cuenta de que está sonando el jodido teléfono!? – le dije exasperada.

- Y tú no te das cuenta de que es el tonto ese el que está llamando? – me dijo él señalando hacia Ryan, que me miraba saludando con el móvil en la mano y con una gran sonrisa.

- Ryan, cariño, que te dije? – le dije con una dulce voz mientras me acercaba peligrosamente a él.

- Ryan, tío, corre. – le advirtió Justin riéndose. – Ya viste lo que me hizo a mí antes.

- Te lo merecías idiota! – le dije fría. Él río, supongo que por lo fácil que le era hacerme enfadar.

- Lexy, venga, solo era una broma. – dijo poniéndose en pie y comenzando a caminar hacia atrás con las manos delante de su cuerpo.

- Ryan, te lo advertí. – dije pausadamente mientras caminaba hacia él.

- Pero si no fue nada mujer. – dijo nervioso.

- No fue nada para ti. – dije seca.

Ryan comenzó a correr como un loco por todo el salón. La verdad es que era muy gracioso, parecía un pollo.  Empecé a correr yo también pero detrás de él, persiguiéndole. Él abrió la puerta que conducía a la cocina y se colocó a un lado de la isla que había en el centro. Yo me coloqué a la otra punta y le observé detenidamente para ver lo que haría. Como no se movió durante un rato, pude ver una tarta de nata que nos había sobrado de la cena. Ya sé lo que haría. Espero que no reservaran esa tarta para el desayuno de mañana. Reí. Comencé a correr hacia donde se encontraba mi amigo y él se dio cuenta y corrió hasta el otro lado y así conseguir salir por la puerta. Perfecto. Cogí la tarta de encima de la encimera y la escondí para que nadie la viera en la parte de arriba de una de las alacenas. Cuando estuvo hecho, salí yo también de la cocina con una sonrisa radiante en mi rostro. Cuando llegué allí todos me miraron con cara de porqué sonríe así esta, mientras que Ryan se escondió detrás de un sillón dejando ver sólo su cabeza. Me reí un me fui a sentar al sofá con el resto.

- Ya está!? Al él no le vas a hacer nada!? – exclamó Justin incrédulo. – Joder, que mi pelo aún está mojado! – se quejó.

- Soy el puto amo! – dijo Ryan saliendo de detrás del sillón. Todos rieron.

- Justin. – Le llamé muy calmada.

- Qué? – dijo él extrañado por que le acababa de llamar.

- Te jodes! – le grité sin expresar nada con la voz. – Te lo merecías.

- Tío, que suerte tienes. – le dijo este a Ryan.

Life is worth living again. - Novelas de Justin Bieber Where stories live. Discover now