Capítulo 8.

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8:15 PM.

Era la quinta vez que veía el reloj en su muñeca, desesperada por llegar a su casa.

Desde hacía dos calles, había notado que una persona la había estado siguiendo, al inicio no le tomó importancia, creyó que se trataba de alguien que tomaba el mismo camino que ella para llegar a su casa, pero lo descartó por completo cuando su padre le marcó por teléfono, deteniéndose para tomar la llamada y esa persona igual se detuvo a esperarla.

Su corazón latía a mil por hora, estaba demasiado asustada, y sus piernas no daban para más, no veía la hora en que llegara a su casa, sus padres no estaban por un viaje de trabajo, así que podría llegar y poner música a todo volumen para calmarse.

Sabía perfectamente que Corea del Sur era un país bastante seguro, pero eso no significaba que las cosas negativas estaban descartadas por completo. Todo podía pasar.

Cuando por fin logró divisar su casa a un par de metros y sintió que el aire volvía a sus pulmones, la persona que iba detrás le tomó del brazo bruscamente, arrebatándole en menos de un segundo la tranquilidad que recién comenzaba a formarse, y ganándose un grito agudo que fue silenciado por su mano.

Un desagradable olor a alcohol se adueño de sus fosas nasales, la oscuridad no le dejaba distinguir de quien se trataba, pero no parecían haber malas intenciones, se trataba de una mujer, de eso no tenía duda.

—Chaeyoung, t-tan tarde y caminando por aquííí —al instante reconoció su voz, la cual estaba arrastrando las palabras, entonces no supo si sentir miedo o simplemente reír, ya que, por su distorsionada voz y olor, parecía estar bastante pasada de copas.

—¿Qué demonios hacías siguiéndome, Jennie? —cuestionó molesta, quería darle un buen golpe porque casi le causaba un infarto.

La morena no le respondió nada, simplemente el silencio incómodo nació entre ellas, así que Rosé cansada rodó los ojos y dio media vuelta dispuesta a irse a su casa, un tanto más calmada pues ya sabía que se trataba de Jennie; sin embargo, apenas dio un paso, y la chica nuevamente la detuvo, tomándole del brazo.

—Me perdí, y no sabía dónde estaba después de salir de... aquel bar —comenzó a explicar la chica, Roseanne se sorprendió bastante al escucharla hablar de una manera tan inocente—. Pero despuéssss, te vi pasar, pero no sabía cómo pedirte ayuda.

La chica parpadeo un par de veces, sin entender bien de que se trataba todo aquello, ¿acaso era una broma?

—¿Ayuda? ¿En qué?

—Pues... en llevarme a casa, por favor —suplicó la chica, si no fuera porque estaba completamente oscuro y ella necesitaba lentes, podría haber jurado ver un pequeño puchero en los labios de Jennie—. Creo que no vivo muy lejos de aquí, me parece conocido este lugar...

—¿No te será conocido porque somos vecinas? —preguntó Roseanne retóricamente, volcando los ojos, en definitiva estaba demasiado borracha, se sintió tonta por no haber distinguido su silueta desde antes.

—¿Y cuál e-es mi casa? —en ese momento, la más alta no sabía si Jennie estaba fingiendo o si en realidad estaba muy mal, así que nuevamente la iba a dejar ahí sola, pero volvió a ser detenida por ella— Por favor, no sé.

La verdad era que no le molestaba y podía ayudarle sin problema, así que tomó a Jennie del brazo, comenzando a arrastrarla hasta su casa, se sorprendió al darse cuenta que, a pesar de que sus capacidades mentales estaban del asco, se mantenía muy firme de pie, no como otras personas que seguramente se tambalearían a los lados por el exceso de licor en su cuerpo.

Stay || lisoo [TERMINADA]Where stories live. Discover now