Día 7: "El niño no es tan malo como lo pintan".

2.4K 370 155
                                    


Jongho observó desde lejos como Wooyoung lloriqueaba en una esquina mirando con horror como Mingi acercaba un pañuelo con alcohol.

El idiota de su compañero de trabajo había tenido un accidente con el auto.

No, no crean que había sido en plena autovía, tampoco en la tienda. Sino en el estacionamiento. El chico tan altanero había querido sorprender a más de varias chicas tratando de salir del auto por la ventana. Jongho no entendía en dónde diablos leyó o escuchó que eso era sexy. Pero decidió no darle muchas vueltas a eso sabiendo que aquel chico era el que en estos momentos chillaba como nena. Volviendo al accidente, Wooyoung saltó de la ventana olvidando que tenía dos piernas y que una de ellas se había quedado adentro.

El chico se lastimó la rodilla y se dobló el tobillo al caer.

Y también había roto las mallas del vestuario. Jongho se encargó de apuntarlo para que Mingi se lo descontara a final de mes.

— ¡No, Mingi no! —Gritó con fuerza el chico alejándose lo más que podía del mayor—. ¡Llévame al hospital como cualquier jefe normal haría!

— ¿Y ganarme una demanda? —Preguntó asustado a su vez el mayor— Hongjoong me hará dormir en el sofá si se entera de que ya van dos accidentes con la ley.

— ¿Dos? —Preguntó Jongho aburrido, abriendo y cerrando la caja para distraerse.

—Multaron como cinco veces a Yunho por estacionarlo mal. —Jongho recordó al otro idiota—. Menos mal que encontraron el auto porque sino...

—Hongjoong te pide el divorcio. —Musitaron los dos chicos al unísono ya cansados de oírlo de Mingi.

—Pero ya, esto se aliviará de la noche a la mañana. —Comentó nada seguro el mayor—. Jongho, llama a Yeosang. Él de seguro sabrá qué hacer.

—Yeosang tiene bloqueados todos nuestros números, hyung. Recuerde que está en época de exámenes y no quiere que alguien lo moleste.

Mingi miró de nuevo el pañuelo, después a Wooyoung y por último la enorme foto de su novio que había pegado esa misma mañana en la pared.

—Puedo conseguir otro trabajador después.

Murmuró antes de hacer con la pierna de Wooyoung lo primero que se le vino a la mente.

(...)

Al terminar su día laboral, Jongho sostuvo con molestia la llave del local. Era la primera vez que se quedaba hasta la última hora de la noche solamente para cerrar. Y todo por la culpa de Wooyoung.

Sino estuviera de llorón Mingi no tendría que ir al hospital.

—Hyung... —Le susurró alguien a su espalda. Jongho reconoció la voz de su mejor amigo— ¿Está molesto?

Junyoung miró el ceño fruncido del mayor con dolor, odiaba ver a su hyung de esa forma. Más cuando sus manos ejercían tanta fuerza en solamente tratar de poner los candados. —No lo estoy, Junyoung-ah. Solamente estoy cansado, mañana tengo un examen y proyectos que entregar para la otra semana y apenas y puedo dormir.

—Está molesto conmigo, ¿Verdad? —Preguntó de nuevo minutos después. Jongho suspiró pesadamente al terminar todo. Tomó su mochila y se dirigió hacia el chico frente a él.

—Junyoung, déjalo yá. —El menor prestó total atención a su hyung, por fin había conseguido hablarle después de tantos días—. Yo pagaré todo, ¿Está bien? Los oficiales confían totalmente en ti. No te preocupes, no te delatare. No serviría de nada.

Jongho acomodó su mochila a su espalda y se dirigió a su casa, intentando no golpear el poste a su lado o las piedras en su camino.

Junyoung era su mejor amigo hace unos días, ambos solían salir a jugar con sus amigos. Hacían partidos y varias bromas.

Esas bromas a veces eran demasiado pesadas, algunas involucraban vagamente daños a propiedades.

Jongho a veces se negaba a participar en ellas, ya que eran muy inmaduras a su parecer. Pero sus amigos y Junyoung siempre lo persuadían.

Hasta ése día.

Junyoung había lanzado su balón en un arranque de molestia hacia arriba, después de haber perdido un partido contra el equipo de Jongho. El balón rebotó en una esquina de la portería y se desvío hacía una de las casas más cercanas, rompiendo el vidrio de una de sus ventanas. Todo mundo, como era de esperarse, huyó de la escena.
A excepción de Jongho quien estaba guardando sus cosas, ajeno a lo que pasaba a su alrededor.

La mujer, dueña de la casa, salió enojada y sin importarle nada fue hacia Jongho y jalándole de las orejas le reprendió.

No había roto solamente el vidrio de la ventana, sino también, un jarrón "carísimo" de la India. La señora llamó a la mamá de Jongho y le dio la respectiva cifra de lo que debía.

Jongho intentó repartir el número entre sus amigos, pero nadie quiso aceptarlo. Ni siquiera Junyoung.

Así que Jongho, no tuvo de otra que conseguir trabajo para no hacer enojar a su padre.

— ¡Hyung, espere! —Junyoung corrió de nuevo hacia él— En verdad lo siento, Jongho. Sé que debí hablar pero tenía miedo, todo mundo sabe que fue un acciden...

—Si fue un accidente, ¿porqué no se lo dijiste a la señora? —Preguntó molesto, dejando que el chico caminara a su lado.

— ¡Tenía miedo!

— ¡¿Y crees que yo no?!

Junyoung se asustó al escuchar a su hyung gritarle con su puño dirigido hacia el, Jongho incapaz de hacerlo lo bajó. —Le ayudaré a pagar los gastos.

—No ocupo de ti.

—Hyung, perdóneme. —Le exigió ya molesto, el menor—. Es muy orgulloso, se que hice mal pero ya estoy intentando remediarlo.

— ¿Sabes qué dice un chico de tí en mi trabajo? —Preguntó Jongho recordando a su hyung de dos metros— El dice que detrás de ese tierno rostro hay un chico malvado. Y ahora sé que tiene razón.

—¿Hablas de Yunho hyung? —Preguntó confundido, recordándolo vagamente— Pero él le dice eso a todo mundo, solamente porque le gané el ultimo balón que quedaba en la tienda.

—Suena mucho a él.

—Si, Yunho es el hyung idiota del que te hablaba antes— Le recordó— se fue a independizar con San hyung.

Jongho no pudo creer dejar pasar toda esa información. ¿Yunho y Junyoung se conocían realmente? ¿Por qué Yunho hablaba de él así, entonces?

—Pues él tiene razón, eres un idiota Junyoung-ah.

— ¿Me va a perdonar o no?

—No. —Respondió completamente molesto— Gánate mi perdón.

— ¿Cómo? —Preguntó, viendo una luz de esperanza.

—Dale a Yunho el balón por el que tanto llora.

Junyoung se quedó mirando a su hyung, completamente sorprendido de su petición. Jongho no era el tipo de persona que se preocupaba por alguien. Jongho no espero respuesta y siguió su camino de nuevo.

No le interesaba ver feliz a Yunho, claro que no. Solamente quería molestar a Junyoung. Si, era eso.

—Aunque sus idioteces siempre me hacían sonreír. —Admitió en silencio, sonriendo al recordar sus días de trabajo cuando estaba Yunho.









¡¿Dónde está Shiber?! || ATEEZWhere stories live. Discover now