¡¿Dónde está Shiber?! || ATEEZ

Día 3: ¿Contratado?

Wooyoung miró el cartel que pendía de una de las ventanas del establecimiento. El único requisito que pedía era que fuera mayor de edad y que tuviera aegyo.

El chico sonrió al darse cuenta de que contaba con todo aquello.

-Mingi, me quedo con el traba...

Wooyoung borró su sonrisa al ver a un chico poniéndose el traje de elfo que Mingi tenía de repuesto.

-Hola, Wooyoung. -Saludó Mingi desde el estante- Te presento a Choi Jongho, trabajará aquí desde ahora.

-Pero... yo...

-¿Verdad que le queda estupendo el traje?

-Pero yo quería...

-Y es una ternurita, mira su linda sonrisa.

Wooyoung miró de nuevo a Jongho quien solamente miraba de forma aburrida las campanas pequeñas que colgaban del traje. Wooyoung no entendía de qué sonrisa hablaba Mingi.

-¡Y tiene mucha fuerza!, acomodó todas las cajas sin ayuda en cuestión de minutos. Yo tardaba una semana en hacerlo.

-Pero el anuncio decía que debías ser mayor de edad...

-Jongho ya lo es, ¿Verdad?

Jongho asintió.

-Fue como un ángel caído del cielo, justo necesitaba a alguien que me ayudara. -Siguió diciendo Mingi sin dejar de sonreír- Ah, si. Por cierto, ¿Qué buscabas?

Wooyoung casi le avienta todo lo que estaba a su alcance a su mejor amigo por haber dejado el cartel afuera cuando ya había conseguido al supuesto ayudante.

-Vine a decirte que están confiscando tú auto afuera.

-¡¿Qué?!

Mingi salió disparado hacia afuera dejando a un Jongho confundido.

-¿Hyung tiene auto?

-No lo sé. -Wooyoung miró con duda al chico- ¿Tú en verdad tienes 18? Porque no lo parece.

-Los acabo de cumplir. ¿Tu querías el trabajo, verdad?. -Wooyoung iba a negarse para no quedar en ridículo, pero el chico prosiguió- Te escuché cuando entraste.

-Si, ocupaba el trabajo pero ya vi que es demasiado tarde.

--Oh, Wooyunggie ¿Querías el trabajo? -Preguntó Mingi entrando de nuevo a la tienda- También puedo contratarte. He decidido hacer entregas a domicilio y necesito a alguien que las entregue.

Los ojos de Wooyoung brillaron con intensidad y asintió corriendo hacia su hyung para abrazarle mientras gritaba gracias una y otra vez.

Jongho miró mal hacia aquella muestra de cariño y carraspeó su garganta. - ¿Podemos seguir con eso de los precios, hyung?

-Ah, si cla-

-¡Mingi, quiero el trabajo! -Gritó entrando un agitado y sonriente Yunho. San venía detrás de él con su típica sonrisa. Cuando notó los peluches dejó de seguir al alto y se fue hacia allá.

Jongho rompió sin querer la varita de plástico que Mingi le había dado, al sujetarla tan fuerte.

- ¿Qué acaso todo mundo trabajará aquí?

Preguntó irritado el menor yendo hacia afuera para quitar el cartel.

-¿Yunho pero tú por qué quieres el trabajo? -Preguntó nervioso Mingi, no confiaba demasiado en ése distraído e infantil chico. Pero temía decirle que no.

-Necesito dinero.

- ¿Para qué? -Preguntó Wooyoung mirando hacia afuera donde un Jongho enojado rompía en mil pedazos el cartel. Wooyoung tragó fuerte al ver lo salvaje que era.

-Comprar un nuevo balón de futbol.

- ¿El chico de la esquina no te lo devuelve? -Preguntó San llevando consigo un peluche de Patricio.

-Junyoung no devuelve nada. Ese niño es un demonio andante, solo que nadie más que yo lo nota. ¿Entonces, tengo el trabajo?

Mingi miró hacia todos con preocupación, no sabía que responder. No tenía que darle para hacer, ya tenía un nuevo ayudante, Wooyoung llevaría las cosas a domicilio... ¿Qué podía darle?

-Podría limpiar, hyung. -Sugirió Jongho con una sonrisa forzada que desde luego Mingi creyó.

-Entonces éstas contratado, hyung.

Mingi temió por su patrimonio.