Ecos de Coraje.

CAPÍTULO 14.

Ángel.

- ¿¡Y PORQUE COJONES NO LO HAS DICHO ANTES!? .- Me aguanto las ganas de partirle la cara porque el tiempo corre en nuestra contra.

- PORQUE ELLA ME HIZO PROMETER QUE NO OS DIRÍA NADA.

- ¡Joder! Vamos.

Empezamos a andar, buscando lo mejor que podemos a la enana pero entre la cantidad de personas y la oscuridad se dificulta todo.

- Voy a ver si está en el baño.- Avisa Christian alejándose de nosotros.

Salimos al jardín donde hay más visibilidad y muchas menos personas pero ninguna de ellas es Juls.

- Aquí no está.

- Ya lo veo.

- Ángel, hermano, no puedes estar enfadado toda la vida. Ella me contó algo en confianza y me pidió que no se lo contase a nadie.- Bufo aunque sé que tiene razón.

- Vamos a encontrarla y luego hablamos.

Volviendo al interior de la casa nos encontramos con el zanahorio que nada más nos ve niega con la cabeza.

- He mirado en el baño y fuera de la casa, nada. Juliet no está en la planta baja.

- Entonces tendremos que mirar en la planta de arriba.- Propone Mark.

- ¿De verdad crees que puede estar ahí arriba? .-Estoy tan sorprendido como Christian de la idea de Mark. Juliet no es de esas chicas que se acuestan con cualquiera en una fiesta.

- Christian tú mismo lo has dicho, no está en esta planta. Vamos.- Mark y yo nos ponemos en marcha cuando Christian nos interrumpe.

- Me quedo en esta planta y sigo buscando, quien la encuentre que avise. Preguntaré a los demás invitados si la han visto- Asentimos con la cabeza.

Mark y yo nos ponemos en marcha por las escaleras. Sé que algo le ronda en la cabeza aunque no lo diga, lo conozco muy bien.

Al llegar al final de las escaleras nos encontramos con un largo pasillo y ocho puertas cerradas repartidas a ambos lados de este. Aquí el ruido de la música es menor por lo tanto no hace falta gritar para hacernos oír. Aun así no escuchamos lo que sucede detrás de cada puerta. Tampoco hay que ser muy inteligente para saberlo.

- Empieza a abrir puertas por la izquierda, yo lo haré con las de la derecha hasta que aparezca.- En estos momentos me importa muy poco interrumpir unos cuantos polvos.

No le doy tiempo a responder, me dirijo a la primera puerta, la abro y efectivamente, me encuentro a una chica casi desnuda tumbada en la cama sobre un chico al que le falta la camiseta. Aquí no está. Voy a la siguiente, la abro y la escena es prácticamente igual a la anterior.

- ¿¡HEY TÍO QUÉ MIERDA HACES!? .- Pregunta el chico que se encontraba en la segunda puerta mientras la chica grita ante mi interrupción.

- LO SIENTO.- Grito cerrando rápidamente la puerta.

Miro a Mark el cual está en las mismas condiciones que yo. Vamos a por la tercera, abro la puerta y la escena me deja impactado. Una chica tumbada en la cama, sin camiseta, intentando forcejear en un nulo intento por quitarse al cabrón que tiene encima inmovilizando sus manos y piernas. Escucho sus sollozos pero no es hasta que oigo su voz pidiendo que se detenga cuando la reconozco de inmediato.