El chico del ascensor

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Ashton

Me muevo en la cama con pereza y abro los ojos, miro el blanco techo unos segundos y me levanto para irme a cepillar.

Alboroto mi cabello y salgo escuchando ruido en al cocina.

Veo a Amaranta en ropa interior azul cocinando algo, despertar y verla así es algo que no tendría problema de ver por el resto de mi vida.

—Buenos días. —Saludo sobresaltandola.

Amaranta me mira fingiendo molestia pero pronto corre hacia mi rodeando con sus piernas mi cadera.

—¡Feliz cumpleaños lindo! —Exclama dando pequeños besos por toda mi cara hasta por fin besarme.

Le devuelvo el beso sonriente y la sujeto mejor para que no caiga.

—Te estoy haciendo el desayuno y pensaba llevártelo a la cama pero te has despertado. —Comenta y al final hace un puchero.

Sonrío por lo lindo y tierno que eso a sonado y le doy otro beso.

—Gracias linda, está siendo un buen cumpleaños.

—Lo será. —Sentencia y me abraza. —Ahora vamos a terminar el desayuno que tengo hambre. —Río ante lo que ha dicho y la bajo.

Debo admitir que ha sido de mis mejores cumpleaños, desayunamos juntos y salimos a dar vueltas por toda la ciudad, nos tomamos fotos en una cabina de fotos, fuimos a un parque y estuvimos en los juegos, almorzamos fuera, sacamos fotos en muchos lugares, fuimos a un mirador al atardecer y comimos muchos dulces.

Aunque Amaranta no me dejó pagar casi nada, si a mucho me dejó pagar los pasajes del bus y ya,porque es mi cumpleaños y no quería que yo gastara dinero.

Ahora estamos en un bar en el que hay música suave y de entre los 50's hasta los 80's o eso deduzco, muchas de las canciones no las conozco pero el estilo del lugar me encanta, lo único malo es que le estoy sosteniendo el cabello a Mara ya que está vomitando.

—Amor, creo que es mejor que nos vayamos, no te ves bien. —Señalo viendo su cara pálida.

—Yo estoy perfectamente... —Se ve interrumpida por más vomito. —Mejor si vámonos y te doy tu regalo.

—¿Este día no fue mi regalo? —Pregunto ayudándola a levantar para ir al lavamanos.

—También pero también te tengo otro regalito. —Responde tras enjuagarse la boca. —Vamonos amore mio.

Al llegar al departamento Mara se baja de mis brazos y corre lo más de normal hacia su cuarto, creo que solo tenia pereza de caminar.

La veo venir por el pasillo empujando una caja de tamaño mediano con papel de regalo brillante amarillo.

—Abrelo, espero te guste. —Pide nerviosa.

Me siento en el suelo y empiezo a quitar el papel. Doy con una caja blanca mientras en mi mente intento adivinar que puede venir dentro de una caja así.

En definitiva no esperaba esto. Miro a Mara sorprendido mientras ella se mueve inquieta en su lugar y vuelvo la vista a mi regalo.

¡Es una guitarra con mi nombre!

—¿Te gusta? —Pregunta al ver que me levanto.

—¡Me encanta, belleza! —Exclamo feliz abrazandola para luego dar vueltas con ella.

—Amor, no me vayas a hacer vomitar de nuevo. —Pide divertida y rápidamente me detengo.

—Lo siento.