La tristeza de Maggie.

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Eran las 3 de la tarde del día Lunes, estaba acostada en mi cama sin ganas de nada. Mi celular empezó a sonar y mejor lo apagué, estoy en uno de esos días en los que no quieres saber nada del mundo y solo estar en tu habitación, no tenía hambre y tampoco tenía sueño, no dormí en toda la noche y se preguntarán ¿Que hiciste en todas esas horas de insomnio? Pues estuve llorando ¿Porque? No lo sé y no tengo cabeza para pensar en una respuesta coherente.

Mi laptop había quedado sin bateria pues la había usado bastante tiempo escuchando música, no quise ponerla a cargar así que ahora tengo la música en la Televisión.
Desde ayer que llegamos de Atlanta me metí a la habitación con intenciones de dormir y lo único que logré fue una larga noche de insomnio acompañada de llanto que parecía interminable.

Sin ganas me levanté al baño, aún llorando camine lentamente hacia mi cama pero me detuve un poco a verme en el espejo y ¡Diablos! Parecía que estaban haciendo efecto todos esos días de pizza y alcohol. Toque mi panza y mire al techo, ahora tendría que ir al gimnasio sí o sí pues no podía arriesgarme a que engorde más y que Jahseh no me quiera.

Suspiré y me aventé a mi cama, ya no tenía ganas de seguir llorando pero mi pecho dolía y las lágrimas salían por si solas.

Tocaron mi puerta y me enderece un poco fijando mi vista en la puerta.

— Señorita, la buscan — escuché a Emma.

— Quién es — dije aunque parecía más un puchero. Así como cuando eras pequeño y querías un juguete, pero tus padres no querían comprartelo hacías un puchero o berrinche y terminabas con una sonrisa gigante, sin contar tu juguete en mano. Exacto un puchero así fue el que salió de mi boca.

— Es el Joven Jahseh — dijo pero no quería que me viera así. Gorda, fodonga y sin ánimos.

— Dile que se vaya — solté sin pensar.

— Pero señorita...

— ¡Que no lo quiero ver! — grite — ¡Maldición dile que se vaya de una puta vez! — grite llorando.

No escuché más a Emma y solté un grito lleno de frustración, ¿Que diablos me pasaba? Era idiota o que.
Aventé todo lo que había en mi cama, haciendo un gran desorden en mi habitación, me tiré boca abajo en la cama y con fuerza apreté una almohada que había sobrevivido a mi ataque terrorista.

La música seguía reproduciéndose, música triste. Dándole un toque a todo esto pareciendo una escena de película, dónde una chica triste y berrinchuda se enoja por no querer ver a su novio.

Narra Jahseh;

Emma ya se había tardado y yo empezaba a preocuparme aún más. Había llamado toda la mañana a Maggie y no contestaba, después mandaba al buzón. También dejé cientos de mensajes y ninguno fue respondido.
Estoy muy preocupado por ella, por eso me salí de él estudio de grabación, para venir a verla. Cuando llegue me dijo Emma qué desde ayer que la deje aquí cuando llegamos de Atlanta se encerró en su habitación y no a salido de ahí, tampoco a comido y eso me preocupa bastante.

Emma bajo con su rostro entre serio, preocupado y confundido. Me acerque a ella rápidamente y ella suspiró.

— Lo siento Joven, pero me ha dicho que no quiere verlo y que...— titubeó — se valla.

Fruncí el ceño.

— ¿Sabes si le pasa algo? — pregunté ahora con tristeza.

— No lo se...ustedes ¿Se pelearon?

— No, al contrario ayer que la deje aquí estábamos super bien — dije triste.

Save Me-XxxtentacionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora