Escándalo.

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Me desperté y mire la hora, 10 am. Me levanté con una gran pereza creo que hasta más grande que yo.
Fui a lavarme la cara y después baje a desayunar algo.

— ¿Que va a desayunar señorita? — pregunto Emma.

— No lo sé, lo que gustes solo asegúrate que sea nutritivo — reí aún adormilada — estos días he estado comiendo como loca.

— Esta bien señorita — río y se fue.

Me senté en el sofá y busque en Netflix mi serie favorita “The walking dead” si, me gusta mucho aunque a veces me dan asco los zombies que salen ahí. Por eso no me quise disfrazar de eso para la fiesta de mañana.

— Señorita — dijo la hija de Emma bajando las escaleras a la velocidad de la luz.

— Con cuidado, te puedes caer — la mire preocupada — ¿Que pasa?

— Estaba arreglando su habitación y su celular empezó a sonar. Lo siento por no traerselo más rápido y ya colgaron.

— No te preocupes, si es urgente volverán a llamar — sonreí provocando que ella también lo hiciera — gracias por traermelo.

— De nada señorita, con permiso — asentí y ella se marchó.

Estaba a punto de desbloquear el celular para ver quién había llamado y de nuevo empezó a sonar.
Era Ayleks.

— Hola nena — dijo Ayleks — ¿Porque no contestabas idiota?

— Hola — reí — mi celular estaba en mi habitación y yo estoy en la sala. ¿Que pasó?

— Quería saber si estabas en tu casa. Ahorita llegó.

— ¿Ya desayunaste?

— No aún no.

— Pues apúrate para desayunar juntas.

— Llegó en 10.

— Te espero — colgué.

Me levanté del sofá, no sin antes pausar la televisión y me dirigí a la cocina.

— Emma ¿Podrías preparar otro plato? Vendrá alguien — sonreí.

— Claro que sí ¿Solo uno?

— Si por favor — sonrió — gracias.

Regresé a dónde estaba pero estaba haciendo un poco de frío haci que subí a mi habitación. Aproveche y me bañé con agua muy caliente, cuando salí me puse un Pants Adidas negro que estaba muy calientito, una blusa de manga larga y encima de esta una sudadera gris. Me puse unas pantunflas que acababa de comprar de Stich y me seque rápidamente el cabello, cabe recalcar que no se me seco muy bien pero al menos ya no estaba tan mojado y no me daba más frío.

Baje de nuevo a la sala y estaba por sentarme cuando tocaron el timbre.

— ¡Yo abro! — grite.

Camine lentamente hacia la puerta y cuando la abrí ahí estaba Ayleks con una gran sonrisa.

— Hola — sonreí.

— Hola maga — me abrazó.

— Pasa — cerré la puerta y entramos.

— ¿Que te pasa?

— ¿Porque? — dije confundida mientras caminabamos hacia la sala.

— Te vez triste — me miro con una extraña expresión en su rostro.

— Pues déjame decirte que no estoy triste, si lo dices por como ando ahorita es porque tengo frío y flojera.

— Eso lo explica — se río.

Save Me-XxxtentacionWhere stories live. Discover now