LXIII. AGRIDULCE REALIDAD

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- No creo que lo que escuché pudiese ser malinterpretado - Replicó Regulus mirandolo a los ojos con furia - Aun recuerdo palabra a palabra lo que dijiste y...

- Supongo que debo decírtelo para que me creas - Interrumpió Rabastan suspirando con resignación - Ese día en el invernadero Arthur Weasley vio todo lo que pasó y estaba amenazando con decirle a todo el mundo que clase de "asquerosos maricones" eramos si no accediamos a hacer un trio con el,  obviamente le hice ver lo asqueroso que era el y su maldita propuesta.

- Eso es muy asqueroso.... Espera un momento, cuando dices que vio todo, tambien quieres decir que vio lo de la zanahoria?  - Pregunto Regulus gimiendo ante el asentimiento del Lestrange, luego se mordió el labio y lo miro de reojo - Pero eso no importa ahora... Arthur ya ni siquiera es un Weasley y yo.... Yo estoy...  Estoy comprometido.

- Comprometido?  - Preguntó Rabastan con una sonrisa que lo hacia parecer un depredador enseñándole los colmillos a su presa - Comprometido con quien?

- Yo estoy comprometido con
... Con... Con Alecto, si con Alecto.

- Así que con Alecto Carrow - Murmuró Rabastan acercándose a Regulus hasta que sus respiraciones se mezclaron - Entonces deberíamos darle un buen espectáculo a tu novia la mirona, estoy seguro de que nos debe estar observando ahora con su estúpido espejo.

- No creo que Ummmm mmmmm - Las palabras de Regulus fueron cortadas por los labios de Rabastan, quien no perdió el tiempo con sutilezas y deslizó su lengua dentro de la boca del Black, mientras que con su mano le acariciaba la polla por encima del pantalón - Rab... Rabas... Rabastan... Espera... Mmmmggg.

- Pero mira en que hombre tan sucio te haz convertido Regulus, acabas de manchar tu pantalón  - Susurró Rabastan aprovechando el momento de debilidad post-orgasmo del ojidorado para desnudarlo de la cintura hacia abajo - Mira que correrte por unas cuantas caricias y un beso, pobre Alecto debe estar tan insatisfecha.

- Eres un....  Agggg, espera, detente, esto no me gusta - Chilló Regulus cuando Rabastan separo sus piernas y empezó a lamerle y mordisqueandole los muslos disfrutando la visión de marcas rojizas que comenzaban a aparecer en la delicada piel.

Rabastan deslizó su lengua entre los glúteos de el ojidorado, gozando de los gemidos desesperados cuando enterró su lengua tan profundamente como pudo en el ano de Regulus, mordiendo, chupando y lamiendo con dedicación hasta dilatarlo lo suficiente para recibirlo.

- Sigues siendo un chico pervertido - Dijo Rabastan haciendo que Regulus se recostara en el piso, para luego alinear su erección con la entrada del ojidorado y enterrarse en el de una sola estocada.

- Ah Ah Aaah Ahggg

- Estas succionando mi pene, te sientes mucho mejor que antes - Dijo Rabastan empujando sus caderas con fuerza contra las de Regulus, sintiéndose por fin completo, por fin en casa - Dime Reg viniste aqui a buscar zanahorias para jugar?

- No...  Ah... No es verdad...  Agggg - Respondió Regulus sin poder contener los gemidos que brotaban desccontrolados de su garganta - Te equivocas...!

- Me equivoco?  - Dijo Rabastan inclinandose para lamer el lóbulo de la oreja del ojidorado disfrutando de ese juego de poder que ninguno de los dos estaba dispuesto a perder - A pesar de que estas disfrutando de mi polla profundamente enterrada en tu interior dices que me equivoco?

- Yo no lo estoy.... Mmmmm... Agggg... Disfrutando - Gimió Regulus sin poder ayudarse a si mismo - Te... Te equivocas.

- Ya que estoy equivocado te dare el control - Dijo Rabastan de forma provocativa invirtiendo las posiciones para que Regulus quedara sentado en su regazo, aun con su polla profundamente enterrada en sus entrañas - Debes poder sacarlo si lo odias.

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