LXIII. AGRIDULCE REALIDAD

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"La triste realidad es que quien mas da es quien menos recibe"

- Lupin tenemos que hablar.

- Creo que ya dijiste todo lo que tenias que decir Severus - Respondió Remus tratando de escabullirse a buscar a Sirius - Acaso faltó algo?  Que mas quieres decirme?

- El chucho sarnoso está dándose el baño que tanto necesita - Dijo el Maestro De Pociones tomando al ojidorado por el brazo y arrastrandolo a una de las tantas habitaciones vacías - Se nota que estas extremadamente debil.

- Solo necesito aumentar las dosis de pociones que estoy consumiendo - Replicó Remus sin poder evitar que Severus lo llevara hacia el sofá  - Ademas no entiendo a que viene ese repentino interes en mi salud.

- Ese repentino interes se debe a que tú, lobo idiota y hormonal eres mi pareja destinada - Respondió Snape poniendo una mano en la frente del Lupin y otra en su espalda - Y si tus pequeñas crías te llevan a la tumba yo me veré irremediablemente arrastrado a ella también.

- No tienes... No tienes que preocuparte por eso Severus - Susurró Remus con una mirada cargada de dolor apesar de la calidez que emanaban las manos de Snape - Nuestro lazo nunca se consumó, por lo tanto mi muerte no te traerá consecuencias.

- Lo que intento decir lobo obtuso es que de alguna manera me enamoré de tu Gryffinforesca personalidad - Refunfuñó Severus atrayendo a Remus hacia su regazo apoyando sus manos en el abultado vientre del licantropo - Y si te vas al mas halla los incesantes quejidos del pulgoso harán que me quite la vida para descansar de su lastimosa presencia.

- No haz perdido la costumbre de decir las cosas a través de insultos y comentarios sarcástico - Murmuró Remus adormilado por la sensación burbujeantemente calida que le brindaban las caricias de Severus en su vientre - Severus que estas... Que estas haciendo!?

- Pensé que era obvio que estaba trasmitiendo magia a ti y a tus pequeños parásitos - Replicó Severus apoyando su barbilla en el hombro del licantropo - Al menos hay que mantenerlos vivos hasta que nazcan para que pueda...

- Para que puedas que Severus?! - Preguntó Remus aterrado tratando de zafarse del agarre del Maestro de Pociones sin éxito alguno - Y NO TE ATREVAS A LLAMAR A MIS CACHORROS PARÁSITOS!!!

- Todos los mocosos son parásitos, alimentandose de la magia de sus padres desde el momento de la gestación y dependiendo de ellos de forma casi patética incluso mas allá de la adultez, no es insulto hacia tu descendencia, mas bien es mi pensamiento sobre la humanidad en general... Además tan mal piensas de mi? Lo que deseo hacer es una adopción de sangre -
Respondió Severus sintiendo como Remus se paralizaba ante sus palabras - Por ahora los impregnaré con mi magia para que me vayan reconociendo como su padre a través de ella, una vez nazcan haré una adopción completa.

- ¿Estas seguro de esto Severus? - Pregunto Remus cuya expresión era una muestra de duda,  alivio y alegria - ¿Por que quieres hacerlo?

- Otra vez haces preguntas obtusas dignas de un alcornoque hormonal de Gryffindor - Dijo el Maestro de Pociones tomando a Remus por la barbilla para mirarlo a los ojos - Tú,  lobo hormonal, me perteneces,  así que por simple lógica tus crías también son mías, lo demás es sólo un tramite legal para que nadie se atreva a decir lo contrario.

- Sev... Yo - Susurró Remus girandose para darle un suave beso en los labios a Severus, besó del que el Maestro de Pociones tomó el control con rapidez, mordisqueando el labio inferior del ojidorado para que su lengua pudiese tener acceso a su boca, deslizandola sobre la del Lupin con presteza, recorriendo cada rincón de esa boca que parecía especialmente diseñada para él.

Oscuras VerdadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora