el beso

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31 de octubre. Las 9:30

- Lisset!!! - Grité antes de que Felipe hiciera explotar el galón de gas que conectaba con toda la escuela.

La onda expansiva me lanzó lejos de la entrada, haciéndome caer encima de una viga de metal que estuvo apuntó de caerme encima, si no fuera por Lissett que me corrió del lugar donde había caído, desmayandoce después de haberme ayudado.

Ella se veía muy mal, estaba quemada, su flequillo mal hecho ahora sólo era un montón de pelo quemado y su cara estaba enrojecida por el calor, unas lagrimas cayeron de mis ojos al ver a la chica que desde mi infancia me había hecho compañía así.

- todo esto es mi culpa - dije mientras pensaba en Carla, esto le pasaría a ella si no terminaba con esto de una vez por todas, sin no lograba acabar con esto pronto, ella terminaría así o peor.

Decidido logre levantarme de donde estaba y dejar a Lissett en un lugar seguro donde nadie la encontraría.

- terminemos con esto... - me susurre a mi mismo, intentando pasar por los escombros de la escuela, o de lo que empezaba a verse como una escuela fantasma, vidrios rotos, lugares ardiendo, lugares destrozados, escaleras incompletas. Todo daba la pinta de estar abandonado de verdad, pero con el constante humo y olor a quemado que emanaba de todas partes, cegandome la vista, y haciendome respira con dificultad, paso a paso me fui encontrando en el patio de la escuela, no en mi lado, en el lado de los "normales"

Odio ese lado de la escuela...

A lo lejos se podía ver gente peleando, otra ardiendo en llamas, algunas que otras callendo al fuego y de los pisos más altos, que estaban apuntó de desmoronarse.

- debo encontrar a los chicos - digo refiriéndome a los 480 y mis hermanos, antes de que algunos hombres de Bastian me rodearan.

- esto acaba ahora chino - dijieron entre tocidos y quejas mientras caminaban lentos hacia donde estaba parado, sujetando algunos palos y botellas rotas.

Me puse en posicion, y mientras me tiraban golpes con palos eh intentaban apuñalarme con las botellas, yo solo trataba de esquivar sus ataques lo mejor que podía dando patadas y golpeando a algunos, hasta que sentí los vidrios de una botella llegarme en el hombro haciendome caer al piso.

- principito, tu tiempo acabó. - dijo uno de los chicos sujetando una botella rota, mientras se acercaba a mi cojeando.

Apreté mi brazo, ahora casi lleno de sangre que corría por el hombro hasta la mano, cerrando los ojos esperando lo peor. Cuando siento una gran explocion y la tierra levantarse al igual que mucho polvo y cenizas.

Apreté todo mi cuerpo cuando la onda expansiva me tiró lejos, haciendome chocar con una ventana pasando al otro lado de esta.

Eso fue casi igual que

- Una bomba - dije a la par de la vos conocida de Jacob, que estaba escondido tras de unas mesas, se veía bastante sucio, como si le hubieran tirado una bolsa de carbón por todo el cuerpo.

- Jacob... - dije mientras intentaba pararme con dificultad, por la puñalada, el brazo me dolía y yo solo sentía como el cansancio me invadía de apoco.

- déjame ayudarte - dijo mientras me ayudaba a pararme del Piso.

- donde están los demás - pregunte ya en todos mis sentidos

El Chico Asiático ©Where stories live. Discover now