Pero él no lo había buscado. Nunca quiso quererle de esa manera. Al principio solo obviaba su existencia porque estaba resentido al verse forzado a ser parte de su tour. Luego quiso ser amable porque no había motivo para no serlo con una persona que parecía estar tan jodido todo el tiempo. Sin querer, terminó sabiendo de él más de lo que probablemente le habría gustado saber.

Y ahora Harry le sonreía y su cabeza no lograba encontrar satisfacción más bonita.

Así que estaba atrapado, porque pudo haber escapado cuando supo lo que estaba comenzando a pasar entre ellos pero fue demasiado débil como para irse.

Esa misma tarde, Louis creyó que tendría que obligarle a comer algo, pero fue el propio Harry quien admitió tener hambre y, después de tomar una ducha, puso a hervir cantidades industriales de pasta para ambos.

Pero aunque no acabó su plato, Louis quedó satisfecho.

No pasó mucho tiempo hasta que notó como Harry estaba a punto de desfallecer cuando, después de almorzar, se tumbaron juntos en el sofá a ver algún capitulo repetido de Los Simpsons.

—Necesito dormir —dijo él en algún momento, una de sus manos masajeando sus sienes.

Louis echó un vistazo hacia Harry en su pecho. Habían adoptado la misma postura que aquella mañana y de la misma forma, Louis acariciaba su pelo distraídamente mientras Harry lidiaba con el malestar que sentía tras haber dormido solo dos horas en apenas dos días.

—Estoy acariciándote el pelo precisamente para que te duermas, no creas que lo hago porque me gusta que se me canse el brazo.

—Aprecio tu esfuerzo, pero no está funcionando. Mi cuerpo necesita una cama —admitió Harry con media sonrisa cansada, apoyando una mano a un lado de Louis e incorporándose el sofá, aún inclinado sobre él —. La tuya, concretamente.

La aclaración le sacó una risita satisfecha a Louis.

—Sutil manera de hacerme saber que vas a dormir conmigo esta noche.

—Tú quieres compartir la casa, yo quiero compartir la cama.

—No me estoy quejando —Louis alzó sus cejas, esbozando media sonrisa.

Harry respondió con un "vale" satisfecho, levantándose del sofá y regalándole una última mirada a Louis.

—No voy a esperarte despierto, de todas formas.

—Buenas noches, Harold —respondió sarcástico.

Apenas eran las seis de la tarde cuando le vio subir las escaleras para encerrarse en la habitación opuesta a la que acostumbró a dormir los días anteriores.

Y aunque le dejó solo el resto de la tarde, no tuvo tiempo para aburrirse cuando salió al exterior con un cigarro entre sus labios y se dio cuenta de que la piscina aún estaba llena de triángulos naranjas que perdían el color según pasaban las horas.

Se entretuvo pescándolos con sus manos durante un buen rato mientras maldecía internamente a Harry, y después tomó una ducha en la que la inspiración fluyó a la vez que el agua.

Así fue como, aún con el pelo mojado y una cerveza sobre el piano, comenzó a utilizar esa inspiración para continuar con la canción que habían dejado a medias el día anterior.

Se dio cuenta de que había comenzado a aburrirse de componer una hora después, cuando sin querer se encontró a sí mismo revisando mensajes que había olvidado responder en lugar de enfocarse en las teclas.

No era una mentira cuando decía que realmente no le había dicho a nadie más que a su familia que iba a pasar parte del descanso en Jamaica, y Niall le había preguntado por el motivo de aquel viaje en cuanto Twitter comenzó a informar de su paradero.

Fly me to the moonWhere stories live. Discover now