Capitulo XIII- Ataque de celos.

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*Pov Camus* 

Habíamos llegado a la playa, no hubo complicaciones en todo el camino, llegamos a una pequeña tienda que está en esta misma, nos dispusimos a comprar todo lo necesario para nuestra estadía ahí, estaba intentando encontrar un par de sandalias, al fin encontré unas de mi medida y que me agradarán, voltee a ver Milo, y entonces me tope que estaba hablando un una chica, era hermosa debo admitirlo, tez clara, cabellera rosa y unos profundos ojos ámbar, comencé a sentir una molestia al ver a la joven con el peliazul, me pregunto si esto que siento son los famosos celos, pero a quién engaño Milo y yo no somos nada aùn...¡¿Aùn!? ¿Porque dije algo así? Milo dejó de hablar con la chica y se me acercó.

  - Veo que ya encontraste un par- dibujó una ligera sonrisa en su mirada.

- Si, como sea vámonos de aqui ya- Sabía que mi tono fue muy obvio, pero no podía controlar el hecho de que el hablara con esa joven así, ¿Pero que me pasa? Milo puede hablar con quien quiera.

Salimos de la tienda para poder estar en el agua, la luz del sol era muy intensa, nos acercamos a los vestidores para cambiarnos, entramos todos y tomamos un cubículo, coloque unas bermudas rojas con una chaqueta blanca, abrí el cierre para que mi piel respirara y arremangue las mangas, coloque las sandalias y salí, ya todos estábamos listos, Milo traía unas bermudas azules, los pequeños de igual manera traían una blanca Hyoga e Isaac una naranja, mientras que Surt unas moradas, aquella escena de Milo con la joven no dejaba de manifestarse en mi mente, si sigo asi no disfrutare del mar. Habia un número considerable de personas, nos alejamos un poco, nos instalamos en un lugar donde no había mucha gente, colocamos las toallas en la arena y enterramos una sombrilla para dar sombra.

  -¿ Maestro podemos entrar ya al agua?-  se acercó el rubio a mi.

  - Esta bien, pero coloquense bastante bloqueador para que no se quemen- saque la botella de la bolsa y ellos se dispusieron a ponerselos.

- Yo los llevaré Camus, tú quédate aquí- comentó Surt mientras los tomaba de las manos, se alejaron hasta llegar al agua.

Me quedé solo con Milo el cual estaba preparando unas manzanas para comer, tomó una con un palillo y me paso el plato, aun estaba molesto por lo sucedido en la tienda.

- ¿Que pasa Camus? ¿No vas a comer?- volteo a verme.

- Estoy bien gracias, no tengo apetito- mi mirada se quedo fija al plato.

- ¡El agua esta increible!-  oí la voz de Hyoga a lo lejos.

- ¡Si! ¡En un momento vamos!- Milo le respondía a la lejanía.

Piqué una de manzanas con el palillo y comencé a moverlo en círculos con los dedos, después tomé un plato y comencé a darle la mitad a Milo, este volteo a ver lo que hacia, el cual ya había hecho otro plato, de repente sentí como algo entraba en mi boca, era Milo quien me había metido una manzana en la boca.

  - Estos son tuyos tonto- dijo mientras aún mantenía el palillo en mi boca.

Comencé a masticar la manzana para después tragarla con dificultad, Milo se estaba comiendo su plato con un tendedor.

- ¿Estas bien?- nuevamente volteo su mirada a mi.

- Si, no te preocupes-   creo que cada vez mi tono era muy obvio.

Milo comenzó a sacar unas latas de refresco y me ofreció uno, el cual rechace, calmate Camus, solo la vio ese momento, no creo que la volvamos a ver, en solo pensarlo me puse peor, coloque mis rodillas a la altura de mis pecho y me mordí el labio inferior.

  - Camus, ya no puedes ocultarlo algo te pasa- dejó su bebida aun lado y posó su mirada en mi.

- ¿Para qué quieres saber?- me mantuve firme.

Voltee mi rostro a la dirección opuesta al ojiverde, para después sentir como una mano me volteaba el rostro, Milo me miro a los ojos para después besarme, poco a poco me recosto en la toalla hasta quedar el arriba y yo abajo, ¡¿Pero que hago?! los niños podrían vernos!, intente empujarlo pero comencé a sentir como algo se abría paso al interior de mi boca, rápidamente me precapte que era su lengua que buscaba la mía, tome al peliazul de los hombros intentando empujarlo, pero era inútil, ya cuando me había dado cuenta nuestras lenguas ya estaban entrelazándose, este beso realmente era diferente a todos, me hacia sentir extraño, nos separamos por la falta de aire dejando un fino hilo de saliva el cual corte cuando me cubrí la boca por la vergüenza.

- Ya se porque estas asi- me sonrió de una manera muy linda.

- ¿Así....porque?- me sentía muy nervioso, intentaba ocultarlo pero era inútil.

- Es por Medb ¿Verdad?-  levantó una ceja mientras me sonreía de manera burlona.

Lo empuje y me volví a sentar, mi rostro tomo un tono carmesí, podía sentirlo, quería que me tragara la tierra de la vergüenza, no podía creer lo que había hecho, ahora lo que no podía sacar de mi mente era aquel beso, comencé a querer mas de esos besos fogosos, mi respiración era entrecortada, mire a Milo quien estaba tomando de su refresco, iba a llamarlo para que volteara y así poder volver a besarlo, pero escuche una voz a lo lejos pronunciar su nombre, al mirar de quien se trataba era aquella chica de nombre Medb, esta vez traía un traje de baño blanco con decoraciones negras, iba corriendo hacia donde estábamos, maldita sea, justo cuando por fin me disponía a besar a Milo, fue una mala idea venir aquí, espero que acabe pronto este día, de lo contrario me creo capaz de irme por los celos, creo que...solo quiero un momento a solas con Milo, pasar tiempo a su lado sin que nos moleste nadie.

Notas del capítulo.

Bueno como pueden ver e vuelto xD, como dije no pensaba en continuar este fic porque tuve problemas y la verdad esta historia me recordaba a mi vieja relación, pero por apoyo de ustedes y sus peticiones la continuare, y una pregunta ¿Les gustaría que hubiera una pagina de facebook para que así pueda mostrarles cosas sobre cuándo actualizar? como siempre dejenmelo saber en los comentarios, sin mas nos vemos.





Maldito amor, maldito tu. (Milo X Camus)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant