Llegué a casa con una ramo de rosas en mi mano derecha. Sé que le gustan las rosas así que ¿Porqué no hacerle un pequeño regalo?

Cerré con cuidado la puerta. No quería que me oyera. Quería darle una sorpresa. Fui a paso lento y con cuidado. Me paré al ver una camiseta sobre uno de los escalones. La cogí y la miré.

—Esto no es suyo —Dijo en susurro mientras observaba la prenda. La dejé caer al suelo. Contra más iba subiendo más prendas me iba encontrando.

Podía escuchar varios sonidos que provenían de nuestra habitación. Cuando me quise dar cuenta ya no tenía el ramo en mi mano y que estas tembleban demasiado.

Abrí la puerta poco a poco encima de Jennie se encontraba una chica completamente desnuda. No podía ver su cara ya que estaba de espaldas y mi vista se nublaba por las lágrimas acumuladas. Lo que sí que pude ver es como Jennie me miró fijamente para después sonreír cínicamente.

—No —Dije en susurro mientras negaba con la cabeza repetidas veces. —No, por favor —Supliqué. Estaba viendo a la mujer que amaba con otra mujer me la cama.

—Jennie —Pronuncié y abrí mis ojos. Mi respiración era algo agitada y me encontraba sudando. —Ha sido una pesadilla —Me dije mientras intentaba regular mi respiración.

A mi derecha se encontraba una Jennie algo alejada de mi y que dormía plácidamente. Con una sonrisa en el rostro. Empezó a murmurar algo pero lo hacía tan bajo que casi no podía escuchar nada.

Me acerqué para ver si conseguía oír algo.

—Eres incre...Si...Nayeon...—Murmuraba, se movía varias veces lo que hacía imposible que puedo era escucharla con claridad.

Y apuesto a que ella lo tiene todo.
Apuesto que ella es hermosa como tú. Apuesto que ella tiene ese toque que te hace enamorar, como tú

Me senté al filo de la cama y suspiré. Pasé mis manos por mi cara e intenté pensar en otra casa ya que me entraron unas ganas locas de ponerme a llorar.

¿Qué era lo que tenía esa mujer que yo no tenía?

Me levanté con cuidado para no despertarla. Me pegué a la pared y me dediqué a observarla desde allí.

—¿Acaso ya no me amas? —Le pregunté con la voz entrecortada. Al parpadear varias lágrimas cayeron.

Puedo sentir su labial y verla acostada sobre tu pecho. Puedo sentir la distancia cada vez que recuerdas la yema de sus dedos

Mi mente empezó a imaginar a una chica acostada al lado de Jennie con su cabeza reposando sobre su pecho, como yo lo había estado haciendo.

Sacudí varias veces la cabeza para quitarme esa imagen de la mente. Caminé hacia la mesita y cogí mi móvil.

Volví al mismo lugar de donde me había quedado antes parada. Dejé caer mi espalda sobre la pared y me fui deslizando poco a poco hacia abajo hasta qu dar sentada.

Quizá debería ser más como ella. Puedo sentir su labial, es como si la besara también. Ella es perfecta.

Miré la hora y eran las tres de la mañana. Me sentía débil y patética por saber que ella estaba con alguien más mientras yo estaba aquí en una esquina llorando por que la amaba.

Abrí el chat de Rosé. La última vez que hablamos fue de este tema. Se enfadó mucho ya que me dijo que le plantara cara a Jennie y le exigiera la verdad, cosa que no hice.

Mis dedos empezaron a moverse sobre el teclado. Quizás vería este mensaje por la mañana pero quería desahogarme, necesitaba a alguien con quien poder hablar.

Jennie y Tu (one shots)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن