Bring Me To Life (Zayn Malik y Tu)

Capitulo 1

No quería levantarme, había disfrutado del último día de vacaciones como si fuera el último del mundo. Mi habitación no había parado de girar en toda la noche y me habían entrado ganas de vomitar, pero no me atrevía a salir al pasillo… Por si acaso me encontraba con mi madre. La alarma volvió a sonar, la apague y me levante. 

Cogí un short de cintura alta, una camiseta de mangas cortas de un blanco muy trasparente con el signo de la paz en medio en un color negro, me la metí dentro del short. Me puse unas botas militares y no me las abroche. Luego, por último, me puse una rebeca larga de un color verde botella con triángulos naranja oscuro y blanco roto. Me hice la línea de abajo del ojo y me pinte los labios de un rojo pasión. Junte los labios y luego los abrí haciendo que sonaran. Me miré al espejo, pasé la mano por mi cabello color chocolate con reflejos rubios (de naturaleza), decidí hacer una trenza mal echa, la trenza me llegaba por debajo del pecho. Cogí mi maleta y salí.

Cruzo el largo pasillo hacía la cocina, todavía mi cabeza daba vueltas, pero estaba acostumbrada.

Llegue a la cocina, encuentro a un hombre que podía pasar por mi hermano mayor. Tiene unos 25 años, o quizás más, es de cabello moreno y alto, aunque esta sentado, lo supongo. Tiene una barba de 3 días que lo hace seductor. Pero se me quita toda la atracción que siento por él cuando mi madre entra con una bata de seda china rosa y coloca sus manos sobre lo hombros desnudos del hombre, otro más.

- Oh, ____ ¿Ya estas despierta?

- Si- digo entre cerrando los ojos, su sola presencia me provoca más nauseas.

- Ella es mi sobrina – dice mi madre dirigiéndose al chico- Sus padres están de vacaciones y me toca a mi cuidarla.

Ojala fuera cierto, ojala algún día alguien viniera a por mi.

- Estas hecha una buenaza- dice el chico.

Oigo una cachetada en el culo de mi madre, unas risas y veo un beso, un asqueroso beso. Corriendo cojo una manzana roja y me largo, pegando un portazo. Mi barrio es muy tranquilo y sobretodo a estas horas. Pego tres bocados a la manzana y la tiro, la manzana como cualquier fruta tiene glucosa, engorda. Llego a la parada de autobús, subo y busco un asiento libre, nadie se pondría conmigo, lo sé ¿Quién se quiere sentar con la chica mala? Nadie. 

Llego a la escuela, es el primer día, pase de curso con las mínimas notas, ya me dice mi madre, “los estudios luego no te van a servir para nada” La recuerdo con un cigarro en la mano, recordándome eso cada noche, con un sencillo conjunto de ropa interior y unas ligas, con el pintalabios corrido al igual que el rímel. Me da un pequeño escalofrío. Voy a mi típico punto de encuentro con mis amigos. Los encuentro en una esquina del aparcamiento, los chicos apoyados en sus motos. La primera que me ve es Ruth, me da dos besos, luego me ve Hugo que asiente la cabeza en modo de saludo, haciendo que un mechón de su cabello azul eléctrico caiga sobre sus ojos castaños. Voy hacia Víctor, me dedica una media sonrisa y me presta su porro, doy una calada mientras el me destroza más la trenza, cree que es demasiado pija. Se lo devuelvo. Madison viene corriendo. La esquina esta llena de humo a las ocho y veinticinco de la mañana.

- Escuche que mi padre le decía a mi madre que hay nuevos en el barrio- dijo Madison- Por tu barrio- me mira.

- Ah, interesante, espero que no sea un tío de 30 años- digo riendo.

Los demás saben por qué lo digo y ríen. La campana suena, Víctor me agarra del cuello con su brazo y nos metemos dentro. Tira el porro y lo piso con el talón de mi militar desabrochada. Mis amigos eran raros, pero eran mis amigos, todos nosotros teníamos algún secreto oculto, quizás algún trauma, un mal pasado, en realidad eso es lo única que nos une… Es como un lazo. Yo conocí a Víctor en un centro para menores, cuando a mi madre le quitaron una vez la custodia. Johanna, así se llama mi madre y como la suelo yo llamar, madre es una palabra que no se merece. 

No sé si tengo que estar orgullosa de ser como soy, soy reservada en el sentido de que no voy contado a todo el mundo como me siento, tengo muchos secretos, algunas veces no le gusta a la gente que sea tan misteriosa, pero es lo que hay. Estoy acostumbrada a que las miradas se posen en mi, gracias a Dios no he salido a Johanna, ella es rubia yo soy castaña, sus ojos son azules los mios son de un esmeralda, su piel es más o menos morena, pero la mía es casi blanca, pero gracias al verano estoy más morena. Tengo algunos rasgos en los que se puede ver que si, que Johanna es mi madre, pero pocos.

Llegamos al gran salón donde nos reúnen a todos para darnos la charla de bienvenida, es lo mismo de siempre. Un hombre mayor, bajo, rechoncho y medio calvo, se sube al escenario de madera y delante de un micrófono nos da la charla, espera que hayamos tenido un buen verano y que tengamos ganas de estudiar, se lleva un abucheo de nuestra parte. Me dedico a observar, hay nueva gente, normal, esta es una escuela de prestigio y siempre suele haber nueva gente. Rápidamente Víctor zarandea mi cuerpo, nos preocupamos mucho por nosotros, mis amigos son como esa familia que siempre quise tener y nunca tuve. Miro a Víctor tratando de decir que no me pasaba nada y él sonríe. 

Su sonrisa es agradable, no es como cualquier sonrisa, en ella puedo encontrar comprensión, él ha sufrido como yo o quizás más, tiene secretos que se irán desvelando como los de cualquiera de nosotros. Los secretos no duran siglos, solo duran los que tienen que durar. Sé algunos suyos, él también sabe algunos míos, pero quedan.

El discurso termina hacemos filas por clase y nos llevan a nuestros cursos. En clase los 5 nos sentamos en una esquina alejados, hoy no damos clase, solo nos conocemos. La profesora directamente nos dice que luego hará cambios de sitios, nadie le presta atención. Ruth y yo nos sentamos en dos mesas, Madison se sienta en las piernas de Hugo y Victor se coloca en la mesa detrás de mi y acaricia mi cabello. Estoy bien, estoy cómoda… Aun que solo sea estos segundos… Quizás puedo relajarme, pero siento que si cierro los ojos, imágenes de mi infancia vendrán a mi cabeza… como desearía cerrarlos y no volver a abrirlos.

Sé la chica fuerte ____, sé esa chica, aparéntalo, si no, te pisaran, te tomaran por tonta.