Capítulo 24:

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Grace

Infierno, es la única palabra que viene a mi cabeza para describir estos días. He tratado que lo fatal de mi estado anímico no influya en mi ya de por si bajo rendimiento académico. Así que después de aquel fatídico domingo con mi madre tuve que terminar mi ensayo entre lágrimas.

Pero hoy ha sido el día más estresante de la semana, después de solo dormir tres horas por terminar mi presentación del día de hoy, le que significo amanecer de mal humor. Ninguno de mis vestidos formales cerro, así que tuve que tomar el único vestido negro que servía para la ocasión, de tela expansible; enmarcando mi, ya no discreto vientre, todo lo contrario a lo que venía usando desde hace un par de semanas, sudaderas y vestidos holgados. 

Toda la mañana tuve que soportar miradas indiscretas Tuve que hacer oídos sordos a todo esto, para mi desgracia los jueves son los únicos días en que Madison y yo no podemos reunirnos por diferencias de horarios, así que no tenía con quién desahogarme

Solo quería llegar a casa deshacerme del vestido y los tacones, ponerme algo más cómodo, descansar un rato y terminar el informe de mitad de semestre. Y si me quedaba algo de tiempo ir guardando algunas de mis pertenencias en las cajas que muy amablemente mi madre dejo el lunes.

Al terminar mi última clase tomo mi bolso y salgo del salón de prisa antes de que otro de mis estúpido compañeros me detengan para conocer todo sobre mi embarazo. Lo que no esperaba era encontrarme a la madre de Nicholas parada afuera del edificio, con lo brazos cruzados con su bolso colgando de su hombro y unas grandes gafas de sol sobre su rostro.

- ¿Señora Carrington? - me acerco con cautela, tal vez la estaba confundiendo con otra persona. 

- ¡Grace! - se quita las gafas y me estrecha entre sus brazos con un poco de fuerza, suelto un gemido - Lo siento querida

- No se preocupe, no esperaba encontrarla aquí- digo en cuanto me suelta - ¿Busca a Madison? - O posiblemente sea a William que también estudia aquí pero al otro lado del campus, en el edificio de medicina.

Ella suelta una carcajada y niega. 

- No vine por mi sobrina vine por ti. Te invito a comer ¿Qué te parece? - 

Lo pienso por un momento, ir a casa a descansar y continuar con mi pesadilla o acompañar a la mamá de Nicholas.

- Estoy libre, la puedo acompañar - su rostro se llena de alegría y entrelaza su brazo con el mio. Caminamos hasta el estacionamiento a un costado del edificio, saca las llaves de su bolso y quita la alarma de la suburban blanca. 

Me subo en el asiento del copiloto y ella en el lugar del conductor.

- ¿Te apetece comida italiana? - me pregunta dejando su bolso en los asientos traseros. 

- Italiana esta bien - le sonrío. 

- Perfecto por que conozco un lugar excelente no muy lejos de aquí - enciendo el motor. 

Fue un viaje de diez minutos, yo pensé que iríamos a algún lugar a tan solo unas cuadras, pero no terminamos en Beverly Hills, deja la camioneta en un estacionamiento público y caminamos dos calles para llegar al dichoso restaurante 

- Nunca escuche de este lugar - le comento a la Señora Carrington en la entrada de La Bella Donna. 

- No sabes de lo que te has perdido querida - nos acercamos al capitán para pedir una mensa. 

El hombre nos recibe con una amplia y amable sonrisa. Pedimos una mesa para dos y el hombre le ordena a un camarero guiarnos hasta nuestra mesa. 

- Buenas tardes de mi nombre es Thomas y yo las estaré atendiendo esta tarde. Les dejo la carta y en un momento regreso a tomar sus ordenes - nos entrega el cuadernillo con la imagen de una Lasagna en la portada. El camarero no sonríe y se retira. 

Un Problema EmbarazosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora