Un estudiante de danza (Park Jimin) con un cuerpo envidiable y unos ojos penetrantes es secuestrado a los 18 años de edad por un acaudalado señor de 45 años, quien le ofrece una vida de lujos a cambio de sexo, aunque realmente Jimin no tiene opción...
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Penthouse Deluxe | 12:00 p.m J i m i n
No pude borrar la sonrisa de idiota que traía en la cara. Después de mi encuentro con Jungkook en el baño, mi cabeza no dejaba de traicionar mi voluntad y mantenía una hermosa imagen de un Jungkook sudoroso, agitado y sonrojado.
'¿Que me estas haciendo Jeon?' pensé.
Había olvidado que se sentía ser un adolescente hormonal, después de todo recién había cumplido los 18 pero me sentía como un adulto amargado de 40. Mi mente repasaba la sensual escena que protagonicé con Jungkook y dejé que mi imaginación tomara el control.
Me detuve a unos metros de la puerta del elevador, vi que éste era custodiado por cuatro hombres, dos de ellos eran Mark y Seokjin, los guardaespaldas habituales de Lee, pero los otros dos no los reconocí, así que supuse que venían con el hombre que estaba hablando en estos momentos con Lee. Espere unos minutos más y la luz de el elevador se encendió,después las puertas se abrieron y del en interior salieron dos hombres canosos y de baja estatura. Nuestras miradas se cruzaron y él sujeto de traje negro solo estrecho más la suya, mirándome un poco amenazante. Los otros dos gorilas que no sabía quiénes era, siguieron al hombre justo detrás de él y desaparecieron al girar por el pasillo.
—Buenas noches Joven Park.— me despidió Seokjin mientras hacía una reverencia para mi, después presionó el botón del ascensor y las puertas se cerraron.
Al entrar en la habitaciónque compartía con Lee, me recosté a mis anchas en la cama King Size mientras él terminaba de asearse en el gran baño de mármol. Después de un rato, él apareció por el marco de la puerta, vestía una simple bata blanca de seda y tenía el cabello húmedo peinado hacia atrás.
—Hablé con el equipo médico .— sentí el peso de Lee en el extremo de la cama.
—Yupi— dije sarcásticamente.
—Como sea, me dijeron que debías tomarte estas pastillas.— me dijo extendiéndome unas cápsulas amarillas en la palma de su mano.— durante 7 días.
—¿Se puede saber para qué?— pregunte desconfiado, nunca debía de confiar cuando se tratara de Lee pidiéndome que ingiera pastillas, nunca terminaba bien.
—Dijeron que en el último análisis, a tu sangre la faltaba hierro.— Lee me había dado las pastillas, yo las miraba aún desconfiado.— También dijeron que debíamos cambiar tu dieta, ya que era la causa.
—Tu fuiste él que insistió en esa estúpida dieta.— le recrimine, era la peor dieta del mundo.
—Como sea, a partir de mañana tendrás una nueva dieta y cambiaré tus proteínas.— Lee sonaba como una mamá molesta y desabrida.
