La ciudad de New York siempre ha sido tan tranquila y nada anormal.
Todo eso acaba hasta que hay un encuentro entre tú y el gran sheriff de esa zona, Villa Fábulas, Bigby, un viejo amigo o más bien; tu ex. ¿El amor podría seguir así? ¿Se revelarán s...
{ Si sigo aquí parada, es porque Hansel se arriesgó sólo por mí. Y yo soy la única prueba de él, de que puedo seguir. }
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Agua.
El agua fría cayendo en mi rostro, y todo mi cuerpo fue quien me despertó, de inmediato mi cuerpo despertó, comenzando a toser por la tan repentina acción. Mi cuerpo en un intento de buscar oxigeno, comencé a buscar aire, inhalando primero por la boca, tomando bocanadas de aire para que pudiera saber con exactitud lo que pasaba.
— Buenos días, solecito.— Me saludó una voz femenina.
— ¿Mary?— Le llamé confusa. Intenté moverme pero al momento sentí como estaba atada.— ¿Pero qué...?
— Ah, eso, fueron ordenes del jefe. Ya sabes, para tomar seguridad.
— Seguridad de mierda, déjame salir de aquí. — Gruñí.
— No, no, no. La princesa no debería de hablar así teniendo en cuenta la situación en la que está. —Se acercó a mi para luego sentir un ardor en mi mejilla a la vez que sentía como un líquido caliente salía de este.— Ups, creo que me pase.
— Serás una..
La chica simplemente río antes de ir directo a la puerta, mientras que yo mantenía una cara de pocos amigos, pero antes de eso se volteó para decirme algo con una sonrisa.
— Oh, cierto, tu lobito fue detrás de tu papi pensando que te tenía él. Si le sucede algo a él, tú serás la nueva jefa, cuidado princesita ___.
Y se fue.
Mi cuerpo ardía de la rabia que sentía en esos momentos, por lo que comencé a moverme a los lados con intenciones de caerme e intentar romper las cuerdas pero al momento de moverlas oí las cadenas. Maldije en bajo al saber que eso me sería imposible, ni un alfiler serviría para romperlas. Hasta que mire hacia abajo para poder notar mi collar, el cual le cayó una gota de sangre mía y lo absorbió de inmediato a lo que yo me asusté. Brillo. Fue lo último que vi antes de quedar cegada y sentir un frío en toda la habitación, hasta el punto en que se congelaron las cadenas que me tenían atrapada, caía nieve y dejaba todo con humo, el cual se despejo en cuanto yo jale mis manos para poder dejarlas libres juntos mis pies. Mire a mi alrededor curiosa notando como todo lo que había estaba totalmente congelado menos yo, en cuanto suspire el humo de mi boca se hizo presente.
