»Y esto nos traía al punto número tres, la prensa. No pueden hacerse una idea de todas las formas macabras en las que he pensado en hacerlos sufrir, llegué a la conclusión de que podría darles comida con laxantes para que sientan lo que yo con su presencia. Ahora luego de cinco años entiendo a lo que se refería Apolo con que debíamos tener cuidado con la prensa. Valerie y su familia están resguardados por que de alguna forma la agencia oficializó nuestra relación antes de que existiera, pero no era culpa de ellos yo no pude decirles que las cosas no habían salido como esperaba, lo que se traducía en que ahora ella tampoco me hablaba por que estaba molesta con que yo le haya mentido a la prensa acerca de nosotros. Genial ¿verdad?

»Luego de esta perorata donde les he puesto al corriente de lo que me sucede, y les hablo a ustedes por que estoy más solo que un rábano con todos enfadados conmigo, podemos intentar encontrar una solución juntos.

Tomo a Timothy y a Josephine de su jaula dónde estaban atentos a lo que les decía, que triste es tener que hablarles a mis mascotas. Aún podía llamar a Alejandra, pero quería poder verla y contarle lo sucedido personalmente. Era una lástima que no pudiera salir por que había al menos una docena de reporteros esperando en la puerta del complejo.

Me desplomo en la cama llevando a mis dos puercoespines conmigo, en los últimos días han sido mi única compañía. He hablado un par de veces con Phoebe, pero no ha sido lo suficiente para poder desahogarme y estaba consciente de que ahora ella estaba muy ocupada con la fundación. Con Apolo no se diga, él estaba más ocupado todavía y hasta ahí llegaba la historia.

Debía pensar en lo que iba a hacer y debía hacerlo pronto. Antes que nada, debía solucionar las cosas con Valerie y demostrarle que mis intenciones son buenas y sinceras, ahora que le he confesado todo lo que hay en mi corazón, no soy capaz de verme sin ella a mi lado.

Tanteo encima de la cama en busca de mi celular, había aceptado como parte de mi castigo revisar todas las locuras que la prensa se había decidido a decir de mí. Por si eso no fuera poco debí desactivar mis redes sociales por que mis fans tampoco estaban muy contentas con la noticia. Sabía que Alejandra estaba haciendo cuanto le era posible para tratar de mantenerlas a raya, pero aunque era la presidenta de nuestro club de fans no era posible que pudiera controlar a todas. Además, era el precio a pagar por ser una figura pública.

Muchas cosas jugaban en mi contra en este momento, pero creo que es mi propia cabeza mi peor enemigo.

Escucho que llaman a mi puerta, las personas que pueden ser en esta casa son reducidas contando que cuatro de mis hermanos no me dirigen la palabra. Dejo a mis dos puercoespines a un lado con cuidado antes de ponerme de pie sin mucho ánimo. Al abrir la puerta mi madre levanta dos tazas de chocolate caliente.

—Mi niño ha pasado muy triste estos días.

Nuestra mamá a cambiado en el último tiempo para bien, yo no tengo tantos recuerdos de ella cuando era niño, casi siempre recuerdo que me cuidaban niñeras o Apolo, sobre todo este último. Así que al contrario de mis hermanos mayores yo no guardaba mucho resentimiento hacia ella por lo que nuestra relación se podía llamar normal.

—Supongo que me lo he buscado —admito. Me hago a un lado para dejarla pasar y cierro la puerta.

—Cariño, como madre debo decirte que me pareció hermoso lo que hiciste y no podría sentirme más orgullosa de ese corazón de oro que tienes. —Toma asiento en el sofá de dos asientos que se encuentra junto a la ventana y palmea el asiento libre para que me una a ella—. Pero como representante eres un terror mediático.

Me siento junto a ella y me extiende una de las tazas. Mi madre ha sido por años una de las más famosas representantes de artistas. Ella ha trabajado con las grandes estrellas de Hollywood desde que tengo memoria. Ahora aún se encarga de alguno de ellos y muchas agencias la buscan, pero ha decidido recuperar el tiempo perdido con nosotros.

SAGA LUX II | El amor de NeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora