Te quiero

6.5K 217 18
                                    

CAN

-Está bien. -suspiro aliviado, contento de que por fin lo haya entendido. -Me voy entonces. Lo siento por haber venido sin avisar pero tenía la esperanza de que... En fin, déjalo.

-Está bien Elif, cuídate.

Recorro el pasillo por detrás de ella para acompañarla y me cuesta seguir sus pasos rápidos sobre el parqué. Sonrío acordándome de mí mismo escapando del hospital de la misma manera. Supongo que es algo irracional; cuando estás herido tu primer instinto es el de salir corriendo desde donde estás, como si el dolor fuera a dejar de machacarte por dentro pero la realidad es que cuanto más escapas y más solo estás, más dolor sientes. Sacudo la cabeza para salir de mis pensamientos, me adelanto un paso a Elif y abro la puerta con decisión. Elif se queda parada en el rellano de la entrada y asomo la cabeza para ver el motivo por el que no se mueve.

Demet.

********* MINUTOS ANTES...*********

DEMET

Los nervios me comen por dentro, miro de reojo las rocas alejándome hacia el coche para ir a la casa de la persona a la que quiero en mi vida. Sí o sí. Haré lo posible por que me escuche, por que me perdone, intentaré explicarle todo.. Cuando llego al coche, los nervios me bloquean y no soy capaz de moverme. Las llaves del coche en mi mano queman como si estuvieran a cientos de grados y aprieto la mano en un puño, clavándome los dientes de las llaves. Observo mi reflejo; mi pelo sin arreglar, mis ojeras y mi falta de maquillaje me dicen hola desde la ventanilla del coche y me da el valor que necesito para cambiar esta situación de mierda en la que me he metido yo sola. Miro por última vez mis mensajes sin contestación; 'como estás?' 'tenemos que hablar' 'lo siento' 'soy idiota' 'espero que estés bien..' apago el móvil, antes de arrepentirme de ir hasta su casa.

>>El camino hacia casa de Can, a pesar de estar a escasos minutos, se me hace eterno. Pongo en modo repetición una y otra vez la canción The Scientist de Coldplay, rememorando la letra y sintiéndome identificada con ella. Cuando va a empezar una cuarta vez, aparco en la puerta de Can. Respiro hondo y cuadro los hombros con la decisión completamente tomada..

>>Mis pasos suenan lentos sobre el camino de gravilla que separa la verja de la entrada hasta la puerta, frunzo el ceño al pensar que estaba abierta, quizás había salido.. Alguien habrá. Llego a la puerta de madera de pino y una pequeña alfombra en el suelo me da la bienvenida. Sonrío, esto es típico de Can. Levanto la mano para llamar mientras sigo mirando la alfombra y antes de que pueda hacerlo siquiera se abre la puerta.

Elif.

Me quedo completamente bloqueada, bloqueada y decepcionada. Ella sonríe ante mi cara de imbécil y Can asoma la cabeza, poniéndose de un color blanquecino en unos segundos. Vaya vaya.. Así que por ella no contesta mis mensajes. Voy a darme la vuelta, a punto de romper a llorar cuando alguien me coge del brazo.

-Quédate, es todo tuyo. Enhorabuena. -Elif me escupe las palabras con rabia y yo no entiendo nada.

-No quiero interrumpir, mejor me voy. -digo, con ganas de salir corriendo.

-Demet..

-Tú cállate mejor. -señalo a Can con un dedo, sin mirarle a la cara. -Cállate.

-Querida no interrumpes nada, he venido a ver a Can porque lo echaba de menos y él me ha echado a mi a patadas. Está enamorado de ti. -la voz de Elif me revienta el oído. Insoportable. Pero sus palabras captan mi atención.

-¿Me dejas hablar con él, Elif? -ella asiente y levantando la cabeza como si le fuera a salir de los hombros, se va.

El suspiro de Can no se me pasa por inadvertido y las palabras de Elif se repiten en mi cabeza como un bucle infinito; ''está enamorado de ti''..''está enamorado de ti''. Me quedo mirándole, intentando comprender por qué no ha contestado mis mensajes si está enamorado de mi. Vale, yo he sido una imbécil, pero cuando quieres a alguien y tienes miedo, ¿no se hacen cosas estúpidas? Can carraspea la voz y yo salgo de mi ensoñación.

-Demet.. Lo que te ha dicho Elif es verdad, no llevaba aquí ni cinco minutos, no quería verla. No quería ver a nadie. Todo lo que te ha dicho es verdad.

Me quedo mirándole durante unos minutos, intentando ver algo más allá de sus palabras. La inseguridad me asfixia sin piedad y el miedo no me deja sacar nada en claro. Sus palabras de hace una semana, vienen a mi mente; ''Demet para mí estamos juntos como pareja''...''Estoy enamorado de ti'' ..... ''No es justo que no me des una oportunidad por lo que otros han hecho''... No, no es justo. Tomo una decisión, definitiva.

>>Me acerco a él despacio y levanto mi mano con calma, abarco su mejilla con la palma de mi mano y acaricio su barba, demasiado larga con cuidado. Él cierra los ojos e inspira bruscamente, haciendo que coja confianza. Perfilo sus cejas con la yema de mis dedos y bajo por la nariz hasta llegar a sus labios. Entreabre la boca y su cuerpo se acerca más al mío, como un imán. Cuando posa sus manos en mis caderas, suelto un pequeño gemido por la necesidad. Y le beso.

Junto mis labios con los suyos con decisión y él suelta un sonido de sorpresa. Me separo unos milímetros, observando con atención sus facciones. Está aquí, es real, por fin estamos juntos. Sus ojos negros se abren y me miran fijamente, en ellos hay un brillo de alegría que me cosquillea el alma. Lamo su labio inferior y después el superior, para acabar con un breve mordisco. Can se abalanza sobre mi boca y profundiza el beso. Nuestras lenguas luchan entre ellas, intentando dar lo máximo de nosotros sin separarnos mientras nos golpeamos contra todo camino a la habitación.

>>Las palabras sobran y nuestras camisetas vuelan sobre algún lugar de su casa. Llegamos a la habitación entre besos y risas, interponiéndose entre nosotros mi pantalón y su ropa interior. Can me aprisiona contra la pared y baja por mi cuello bruscamente, repartiendo besos por todas las superficies de mi cuerpo. Lucha contra el botón del pantalón y sonrío por nuestra impaciencia. Nos tumbamos sobre la cama y él me mira pidiéndome permiso, asiento con decisión y mientras nos besamos, se introduce en mi, derribando las barreras que quedaban entre nosotros.

...

A las cuatro de la mañana, decidimos darnos un descanso y cenar. Can no para de sonreír y a mí me duelen las mejillas de hacer exactamente lo mismo. El olor de la pizza me envuelve y hacen que me suenen las tripas. Comerme a Can no me ha quitado el hambre, vaya. Sonrío. Me levanto con pesadez del sofá y voy hacia la cocina. La espalda desnuda de Can me da la bienvenida cuando entro y me fijo en los arañazos que le he dejado. Somos unos salvajes. Mi risa alerta a Can de que estoy ahí y se gira hacia mí con una sonrisa que ilumina toda la casa. Me acerco lentamente y pongo las palmas de las manos sobre su pecho.

-Te quiero, Can Yaman.

____________________

Hola!

Pues aquí tenéis la reconciliación.. Espero que os guste! Nos vemos el lunes..

Xxx.

Mi mejor destinoWhere stories live. Discover now