XXIX

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El collar de Yuma brilló, lo que causó que el chico despertará de golpe y miró a su alrededor.

Yuma:¡YUYA SE HA IDO!

Yuto: ¿Qué?-despertó por el susto y se dio cuenta que su hermano no estaba, sólo un peluche que yace en sus piernas-no puede ser.

Judai: Oye ¿no se supone que estabas vigilando?-reclamó a Yusaku.

Ignis: Vi que Yuya se fue en lo más profundo del bosque.

Yuri: ¡¿Y por qué no lo dijiste antes?!-preguntó molesto.

Ignis: Se veía que no estaba siendo poseído por algo, se fue por voluntad propia, mencionó que alguien le hablaba.

Yugo: Después discutimos, primero hay que ver que esté bien-todos se levantan y corren al bosque.

Yusaku mira a los yus menores y se da cuenta el amor que le tienen a su hermano Yuya, a pesar de que pasó poco tiempo con ellos, no se percató de qué el menor trataba de curar el corazón herido y que superará su trauma de hace mucho, todo el tiempo el chico lo sabía, tenía el alma hecho pedazos y trataba de arreglarlo por medio de las risas que le otorgaba, esos ojos llenos de pureza y el cariño de Yuma, ambos sólo querían lo mejor para él; después de meditarlo, experimentó algo que no creía sentir: el miedo de perder a alguien importante.

 Los chicos corrieron y gritaban, esperando una respuesta de Yuya, pero no funcionó, hasta que llegaron al centro, si eso se podía decir, encontraron un escenario de madera todo abandonado debido el desgaste de la superficie, enfrente, estaba Yuya, parado como si nada pasará.

Yuto: Yuya.

Yugo: Qué alivio, te estábamos buscando.

Sin embargo, no hubo respuesta por parte del menor.

Yuma: ¿Yuya?

Judai: Hay algo raro en él-dijo serio.

Yuya los mira de reojo y se dan cuenta de que sus ojos han perdido brillo.

Yusaku: Esperen, debe ser una trampa-se puso en posición de defensa.

Yuri: No, espera, no creo que sea una trampa-dijo analizando la situación.

Yugo: ¿Cómo estás tan seguro?

Yuya por fin voltea a verlos y se acerca con cautela, su expresión está vacía, no cabe duda de que algo se posesionó de él.

Yusei: ¿Quién eres?

Yuya: Deben darse prisa-dijo-Yugi Mutou...está muriendo.  

LA BODA DEL MILENIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora