Rencillas con los Trasgos

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- Me gustaría saberme vuestros nombres, los de todos. Hasta ahora no ha habido ocasión de presentarnos.

- Yo soy Ori, y ellos mis hermanos Nori y Dori

- Oin y Gloin- dijo uno pelirrojo- y el es Dwalin – señaló al de los tatuajes que tenia cara de pocos amigos y al que Arien reconocía como el segundo de Thorin.

- Arien,- dijo Fili- prometisteis contarnos más sobre los Tigres del Norte

- Cierto es

- ¿Y dónde esta vuestro tigre domesticado si se puede saber?- preguntó Dwalin con tono de prepotencia.

Arien silbó, y de entre los arbustos que rodeaban la plaza, Shanga salió sin hacer el más mínimo ruido para colocarse al lado de su ama, mirando fijamente al enano que osaba utilizar tal tono con la elfa . El tigre sabía cuando hablaban de él, y sobretodo cuando lo hacían con desprecio. Ella le acarició.

- Los Tigres del Norte no se domestican. Establecen una conexión muy profunda con la persona que ellos eligen- Los enanos se pusieron en círculo, muy interesados en cualquier cosa que les fuera a contar la elfa. No podían esconder su curiosidad hacia ella y su gran y peludo amigo- No les puedes obligara a que te obedezcan, solo conseguirás enfadarles- Dwalin bufó – Eres su amo pero sin serlo al mismo tiempo... El día que deciden que no eres digno de su lealtad se van para siempre – Shanga se paseó delante de los enanos, disfrutando de la atención que tenían todos puesta en él, para luego tumbarse en el centro del círculo moviendo la cola divertido. Arien rodó los ojos ante el ya conocido ego de Shanga- Lo bueno, es que mientras os llevéis bien conmigo sois sus amigos.

- ¿C- como es de fuerte esa conexión? - preguntó Oin sintiéndose algo impresionado con el tigre. Arien miró a Shanga y sonrió

- Hasta el punto que llegar a morir por su dueño

- Pero los Tigres del Norte son salvajes, ¡todo el mundo lo sabe!- Dwalin se mostraba reticente a cualquier palabra que saliera de la boca de la elfa

- En ningún momento he dicho que lo dejen de ser ... - Shanga se levantó de un salto y gruñó al enano a escasos milímetros de su cara. Dwalin soltó un grito de terror ante tal acto, y al ver que el tigre escondía los dientes y le bufaba en la cara el resto de enanos rieron. Shanga volvió a recuperar su posición inicial tumbado en el suelo como si nada de aquello hubiera sucedido.

- Muy gracioso....- Dwalin sonaba molesto– muy gracioso

- Basta de juerga – dijo Thorin apareciendo por el camino seguido de Balin. Los enanos se miraron entre ellos confundidos - Debemos prepararnos para partir.

- ¿Y Gandalf?¿Dónde está?- preguntó Bilbo

- Mithrandir y yo iremos más tarde - contestó Arien sosteniéndole la mirada a Thorin que asintió levemente. Esta vez ambos conocían el plan.

- Esperad, ¿tampoco venís? - Fili parecía molesto y preocupado.

- De momento no. Ahora es preciso que recojáis todo ya y me acompañeis.- Ninguno dudó en obedecer las palabras de la elfa, y  recogiendo todas sus pertenencias lo más rápido que pudieron se dispusieron a seguirla- Os mostraré el camino hacia el paso de las montañas. Vamos.

Comprobando que estuviera despejado les hizo una seña para que la siguieran. Cruzaron la Morada de Elrond en completo silencio, encabezados por Arien y con Shanga a la cola. Caminaron unos quince minutos por un sendero un poco empinado por el que no parecía que hubiera pasado mucha gente en los último milenios.

- Hasta aquí os puedo acompañar- dijo justo al llegar al inicio del paso de las montañas. Se giró hacia la compañía y los miró de uno en uno- Es importante que os vayáis antes de que noten que no estáis, pero intentaré cubriros si alguien sospecha.

The Things We Lost In The FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora