Cap 1

5.5K 162 8
                                    

Y aqui estoy de nuevo atada a la línea telefónica, escuchando los consejos de mi amiga Agnes...

–¿Porque no le dices a Chris Peterson que te gusta? –Dijo ella al otro lado de la línea.

–Claro que jamás le diré, él es un chico demasiado popular y si se cree mucho lo andará divulgando por todo el instituto, y mi dignidad quedaría perdida. –Le respondí mientras ponía un poco de esmalte en mis uñas.

–Deberías arriesgarte.

–Jamas tendré oportunidad con él, por dios Agnes estamos hablando del mariscal de campo, el más popular, además esto es tonto, hay miles de chicas tras él.

–¿Qué tal y si tú le gustas también?

–No conseguirás ilusionarme pequeña loca...

–Bueno está bien...–Soltó un suspiro, de repente escucho que tocan la puerta de mi habitación.

–Espera Agnes...¿Qué pasa?–Grite.

–¿Me vas a acompañar al partido de hockey? –Dijo mi hermano Noah, abriendo la puerta.

–No ves que estoy ocupada. –Dije molesta.

–Bueno como quieras entonces...te espero abajo, diez minutos solo te doy.

–Si Noah, como digas.

–Te quiero Grace... –Diciendo esto se alejó de la habitación.

–Bueno Agnes, creo que me voy, tengo que ir al estúpido partido de Noah, como su novia lo dejó plantado no hay quien ocupe la otra entrada.

–¿Partido de qué?

–Hockey, acompañaré a Noah a ver cómo juega su equipo favorito, aparte creo tiene algunos amigos en ese equipo.

–Bueno, nos vemos mañana en el instituto.

–Si, bye. –Termine con la llamada telefónica.

–Grace ¡Ya vamonos! –Grito Noah desde la planta de abajo.

–¡YA VOY! –Grite mientras me ponía un poco de brillo en los labios.

De verdad me molestaba tener que ir al partido de hockey, no era mi culpa que lo dejarán plantado, en este momento tenía planes como por ejemplo tomar fotos del atardecer, tenía que comenzar a acomodar mi álbum si quería tener una beca en la universidad; y realmente quiero tenerla.

A mí ni siquiera me agrada el hockey, ni los deportes, pero bueno mi mamá me obligó literalmente a ir porque si no mi hermano ya no regresaría hasta el día siguiente por qué se va a festejar con sus amigos.

–Bien Noah, vámonos. –Dije cuando estaba frente de él.

–Por fin, hermana.

–Que gracioso...–Dije rodando los ojos.

–¡CON CUIDADO CHICOS!–Grito mamá desde la cocina.

Jamás salía sin mi cámara, así que la traigo conmigo a todas partes, una nunca sabe lo que el cielo nos tenga preparado.

–¡ALTO NOAH! –Grite, sabía que tendría una toma perfecta.

–¿Qué pasa? –Pregunto asustado.

–Solo para el maldito auto, tengo una foto que tomar.

–Te tomas muy en serio tú futuro.

–Por lo menos lo tomo en serio, no que a ti solo te importa estos estúpidos partidos de hockey.

Me rodó los ojos, y yo bajé del auto, realmente el atardecer era hermoso, todas las nubes reunidas de una forma inexplicable, y ni se diga de los últimos rayos del sol era como si el sol abrazara a las nubes con una hermosa calidez, aparte la noche caía sobre la tarde, parecía como si lo noche metiera presión para que la tarde se fuera.

Del otro lado se encontraba la luna tan grande y llena, era demasiado hermoso el paisaje.

–Listo, vámonos, si no luego me echarás la culpa de que llegamos tarde.

–¿Y como quedaron?

–Geniales, trasmiten un sentimiento.

–¿Ya te vas a poner de profunda?

–Callate Noah.

Seguimos por el camino hasta que llegamos, no sé porque mi hermano se preocupaba tanto por el lugar, no había tanta gente  en las gradas.

Nos sentamos muy cerca de la pista, mi hermano tenía boletos VIP por ser amigo de los chicos, que sorpresa mi hermano era popular.

El juego no era muy interesante, solo estaba con mi cámara pasando las fotos a mi celular.

Oía que mi hermano gritaba, y me daba golpecitos para que yo hiciera lo mismo, los chicos al parecer jugaban bien y en el marcador iban ganando pero realmente a mí no me importaba.

Y así fue el resto del partido, me moría de aburrimiento...

Por un partido de hockeyWhere stories live. Discover now