2.

3.7K 471 86
                                    

Era demasiado extraño incluso para él mismo, no podía dejar de pensar en ese abrazo que había tenido con su profesor hace dos semanas atrás, por más que intentaba crear una respuesta coherente —excusa— para explicar por qué su corazón latio tan rápido al momento en que KyungSoo le devolvió el abrazo, no encontraba nada y regresaba al mismo lugar en que había iniciado, a pensar en sus cuerpos unidos.

—Esto me está volviendo loco. —se quejó y pegó la cabeza contra la mesa, Tae estaba retocando sus uñas añadiendo un poco de barniz negro en las puntas.

— ¿Qué te dijo JuMi? —preguntó Akiko mientras revisaba los últimos apuntes de Historia. JongIn apretó los labios y guardó silencio unos segundos, lo había olvidado por completo, Akiko desvió la mirada de su libreta y alzó una ceja— ¿No le has dicho nada, cierto?

—No aún no. Pero pronto, tal vez mañana o pasado o el próximo mes que viene.

— ¿Eh? —Tae Ra golpeó la mesa con el puño cerrado— ¿Mañana? ¿Próximo mes? No, no, mi querido Jong, te vas a declarar hoy mismo.

—Pe-pero... —formó un puchero—, no sé qué decirle. ¡No he preparado nada!

Tae rodó los ojos y tomó a JongIn por la corbata. —Ya regresamos, debo preparar a esta pobre alma inocente.

Akiko levantó su mano y la batió despidiéndose de sus amigos, Tae encaminó a JongIn a la fuerza y lo estrelló contra la pared, el lugar generalmente pasaba solo así que no tendrían problemas al hablar en voz alta, su amiga estaba dispuesta a enseñarle lo que debía hacer.

—Bien, vamos a ensayar, tú eres tú y yo seré JuMi. —Tae agachó la cabeza y la subió al instante con dramatismo, eso significaba que había entrado en personaje— Tócame.

—No digas esas cosas, así no funcionará.

—Eres tan aburrido te lo juro —Tae suspiró—. JongIn escuché los rumores de que yo te gusto. ¿Es eso cierto? La verdad es que tú me gustas también.

—Y-yo... —miró sus pies y luego los ojos de Tae que lo miraban con desesperación— ¿Tú quisieras, sa-salir conmigo esta semana?

—Deja de tartamudear Jong, no te pongas nervioso. —solo podía imaginar lo peor, si se ponía así con su mejor amiga en un simple ensayo. ¿Cómo sería si la propia JuMi estuviese frente a él?

—No puedo hacer esto, no puedo pedir una cita y jamás podré pedir tener sexo. Soy un caso perdido.

Tae sonrió ampliamente.

—Jong, te aseguro que tendrás sexo. —se detuvo a pensar— Algún día. Pero oye dime con sinceridad. ¿Qué te está pasando?

Estaba pensando demasiado en su profesor, eso pasaba. —Hay una persona. No puedo dejar de pensar y es tan extraño.

— ¿Extraño?

—Me pone la piel de gallina escuchar su voz, mi corazón se acelera cada vez que está cerca o incluso lejos, no puedo dejar de pensar en cómo estará, constantemente me imagino que pasaría si estuviéramos juntos, me preocupa su salud. —se acercó más a su amiga e hizo un puchero, se sentía frustrado, era un sentimiento que jamás había tenido antes— ¿Qué sucede conmigo?

—Qué idiota, estás enamorado.

Tae levantó sus manos y le dio un abrazo con fuerza a su mejor amigo, estaba feliz de que finalmente hubiese abierto su corazón y de que por fin dejaría de ser el virgen del grupo. Ambos se separaron dándose una sonrisa uno al otro.

— ¿Entonces eso significa que sí tendrás sexo con esa persona?

—Kang Tae Ra. ¿Me estás preguntando por sexo? ¿En este momento? Pequeña pervertida, ven aquí te daré una lección para que dejes de hacer esas cosas.

Profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora