AGUA

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Ahora que las clases han terminado, mi único propósito es ser una buena decoración de mi casa, o mínimo buena señora de la limpieza, porque a mamá le encanta ver como me gusta arreglar, en especial el baño. No entraré en detalles con eso. Lo que sí me he dado cuenta, es que ahora soy más paciente, tampoco soy la persona más tranquila del mundo, pero ya no explotó tanto, ya me merecía este descanso.

Hace un par de días, en realidad después de la fiesta memorable de Sam, comencé a creer que las cosas estaban cambiando, y de una manera demasiado rápida, y me refiero a las cosas a todos mis pensamientos y reacciones de mi vida. Ahora solo puedo pensar en lo nervioso y feliz que me pone escuchar mi teléfono, solo para ver su nombre en las notificaciones, incluso mi madre a dicho que me ve diferente, no entiendo a que se refiere con eso, pero no importa. Es increíble como me relaciono -aunque sea por mensajes- con Jorge, es un chico muy interesante, tiene una respuesta irrefutable a todo lo que digo, no sé como lo hace, pero comienzo a amar su cerebro. O tal vez a él.

-pero dime, ¿Ya quedaron en verse?- dijo Aylen. Quien estaba del otro lado de la pantalla cenando una sopa extraña mientras trataba de agarrar el celular al mismo tiempo.

-aún no quedamos del todo en algo, son de esas charlas en las que dices "deberíamos de ir a tal lugar, creo que te agradaría". Pero solo lo dices sin pensar y sigues la conversación con otro tema. Mira, yo creo que es demasiado pronto, pero enserio es un chico chingón, amiga. Solo que tengo un problema...-

-¿Andrew?..-

-Sí, Andrew. O sea, yo entiendo que el que se esta metiendo como juan por su casa a sus vidas soy yo, pero es que no puedo evitarlo. Además, lo tengo muy en claro en mi cabeza las palabras de él, "Aún no somos algo". Tal vez no lo haya dicho así, la verdad no me acuerdo, pero el significado lo entiendes, ¿verdad?-

-ajá, lo entiendo- eran las tres y media de la mañana y a un lado de mi casa comenzaron a dar mariachis, me asomé solo un momento y vi a la vecina saliendo de su casa en pijama llorando de emoción. El amor esta en el aire, y en todas partes.- yo digo, que si te atrevieras a invitarlo desde este momento, sin pensar en que eres la persona que completa el triangulo amoroso, tal vez Jorge no tendría que debatir entre quien sera su "algo"-

-¿Pero como lo hago?- mi celular vibra, y un mensaje con un chiste malo que hace unos minutos había leído se volvió una broma más que compartía con él. No lo pensé demasiado.- a ver espérame, ahorita te llamo otra vez, aguántame unos diez minutos- 

-esta bieeen- y colgó.

-Pensador, son las tres de la mañana, creí que ya estarías durmiendo como las personas normales..- su voz lenta y pausada me hacía imaginarlo dormido en su cama, tranquilo. Mientras tanto, yo estaba muriendo de los nervios sosteniendo mi teléfono con el altavoz encendido para escucharlo mejor.

-sabes que las personas fabulosas como yo, vivimos tanto en la noche como en el día- sólo escuche un bostezo.- quería saber, si tenías planes está semana-

-¿Está semana? Tal vez, ¿contigo?-

-no sé si tomar eso como un si- un breve silencio.- enserio, ¿Quieres salir conmigo?- un silencio eterno, sólo ruidos raros que producía la llamada. Y de repente, nada. A la mañana siguiente pude percatarme de que también yo me había quedado dormido esperando la respuesta, sin saber de esta. Pero su mensaje estaba ahí, disculpandose por haberse quedado dormido, y aceptando salir conmigo.

No pude evitar contarle a todos lo que acababa de pasar, es decir, yo sólo-y sobrio- había conseguido el valor para invitarlo a salir. No sé ahora que sigue, ¿dar el primer paso?, no lo sé. Estas cosas me alteran demasiado, pero eso no me impidió lavar con gusto otra vez el baño de mi casa, incluso acompañe a mamá por la fruta, esa que sólo me como yo pero para mi familia es un adorno en el frutero. Las cosas tendrían que salir bien desde este momento.

Estaba afuera del curso de verano de mi hermano, no tenía ganas de quedarme todo el día en mi casa, así que intente hacer algo productivo y bueno por mi madre. Este día estaba más soleado que los anteriores, incluso había más puestos de helados o paletas congeladas que de dulces. Mientras esperaba fumando un cigarro, la aglomeración de niños en la puerta principal del lugar comenzó a hacerse, las señoras preocuponas comenzaban a gritarle a sus hijos y la vendimia de chucherías comenzó. Apagué mi cigarro en el momento en que Sion apareció frente a la puerta con su amigo Mike y otros dos amigos suyos. Al verme, se despido de ellos y camino con paso firme hasta mí.

-¿Tan aburrido estas?-

-mamá estaba horneando un pastel que le pidió la vecina y no podía venir- caminamos hacia el autobus.-¿me podrías hacer un favor?- mi hermano no lo pensó dos veces.

-dos semanas con tu computadora y acepto el trato-

- esta bien, bueno, la verdad es de que necesito salir mañana por la tarde y me diré una pequeña mentira a mamá de con quien voy a ir, y necesito que me sigas la corriente-

-¿conozco a la persona que estará contigo?-

- no, pero tal vez algún día lo conocerás...- Sion no era tonto, él sabía cuando y como reaccionaba cuando se trataba de una persona que no se le podía llamar "amigo", era mi confidente de sangre.

- esta bien, sólo no te demores demasiado, ¿okay?-




Sentado frente a Bellas Artes, percibí demasiados pensamientos, y no sólo míos, también de las personas. Y sobre todo de Jorge, que no dejaba de insistirme que la torre latinoamericana es más hermosa que el Palacio se Bellas Artes, no podía verle sentido a eso, pero sin embargo, su forma de expresar sus emociones hacía este edificio lo hacían ver como todo un poeta describiendo a su musa, en este caso, un bueno edificio que lleva parado mucho tiempo a pesar de los tres temblores que ha derrotado.

-solo piénsalo, es increíble que un edificio tan largo y lleno de cristal, no sufra algún derrumbe, o sea ya sé que Bellas Artes es lo mismo, pero sus fallas de  hundimiento preocupan bastante, no sabes si el arte se te vendrá encima un día de estos- en frente de nosotros, unas chicas bailando música coreana llamaba la atención de los visitantes, y más porque un perro intentando arruinar el espectáculo causó un poco de alegría en los espectadores.

-¿Qué crees que piensen las demás personas al respecto?- su mirada era pesada, si me quedaba más de diez segundos viendolo, me incomodaba un poco.

-sinceramente no me importa, muchas creerán que es una pérdida de tiempo contemplar esa majestuosidad-  me reí un poco.-¿De qué te ríes?-

- nada, solo me impresiona como unos edificios pueden contener tantos pensamientos, buenos o malos-

-si bueno, todos contenemos pensamientos, pero hay veces en las que no los vemos y nos perdemos de muchas cosas, como no saber quienes somos o lo que nos gusta, por ejemplo,  tú, ¿conoces lo que te  gusta?-

-por supuesto- el sol ya comenzaba a golpearnos en el rostro, y eso hacía resaltar sus ojos expectantes.- pero no entiendo que tienen que ver los pensamientos con la perdición de uno mismo- se quedo un momento en silencio. Sus ojos se postraban ante los míos, y en una fracción de segundo, sus labios plantaron en los míos un ligero beso. Me quedé atónito.

- ahora, este momento se volverá uno más de tus gustos, así que no dejes de pensar en eso, verás que  podría provocar algo más en tí, pensador-

COMO AGUA PARA CAFÉWhere stories live. Discover now