CAFÉ DESCAFEINADO

20 1 0
                                    

Tres de la mañana, las cosas no sé salieron tanto de control, sólo quedé de encargado como salvador de todos mis amigos ebrios, cosa que jamás creí hacer, ¿Por qué? Porque no lo haría sólo para impresionar a alguien, pero aquí estoy, llevando a rastras al cuarto de Sam a Dylan porque su enorme cuerpo era una molestia en el sofá, que se encontraba afuera de la casa. Aún no acababa la fiesta, pero ya sólo quedábamos unos cuantos bailando baladas tristes como las de José José o Jenni Rivera, muy distintas, pero con el mismo propósito. Salí de casa para volver con el sofá y ponerlo en un lugar que no estorbara, porque sin duda ya comenzaba a agotarme de tanto salvado de esta noche. Me deje caer en el, y cuando cerré los ojos, Heroes comenzó a sonar. Ahora sí, me sentía en Las ventajas de ser invisible.

- vaya, ¿siempre eres así con tus amigos? Todo un "heroe"- dijo Jorge, por primera vez después de la ridícula escena que se volvió a causar en la puerta principal. Cielos, debo de alejarme de la puerta de ahora en adelante. Se sentó a mi lado, Andrew al parecer se encontraba bailando con Sam por la cocina, no alcanzaban a vernos.

-digamos que no siempre soy así, pero alguien tenía que ser el escudo de los demás en una noche legendaria- sus ojos aún permanecían impecables, sin ningún rastro de algún vicio como el mismísimo alcohol. Este chico en verdad me sorprende.- ¿Aún debo de disculparme por el ridículo de hace rato?-

- no, Andrew ni siquiera le tomo tanta importancia a tu leve silencio, pensador-

- Mi nombre es Emanuel, pero creo que por las dos ocasiones, te has ganado el lujo de llamarme como quieras-

-vaya, sí que eres como Sam habla sobre  ti- fue ahí cuando me percaté de la situación.

Estamos hablando, de que el chico aprisionado se llama Jorge, Jorge me encontró a solas cuando lo conocí por primera vez, entonces Sam jamás lo había visto conmigo; luego tenemos que Sam ya lo conocía, porque por algo lo había invitado a la fiesta, y lo conoció gracias a su amigo Andrew, así que le dejaré toda esta explicación al destino porque si no fuera por él, no estaría en la misma fiesta con el chico guapo del super, sentados amablemente conversando. Que momento tan inesperado es este. Tomé la aún viva lata de fourloko que me había apoderado en toda la fiesta y le di el último trago, ya las cosas no sabían como antes.

-dime, ¿qué pensaste cuando entraste a esta fiesta y me viste?¿Acaso querías que te aprisionara otra vez con el carrito?- su risa apenas y se escuchaba, pero era sensual.

- en realidad cuando te vi bajando las escaleras quería adivinar en que venías pensando, sólo para ver cuál sería la reacción siguiente cuando me vieras, pero nunca creí que fueras a quedarte callado-

-¿Por qué?- me gire un poco del sofa, quedando en frente de él. Él hizo el mismo movimiento.

- No es la primera vez me encuentro con una persona que ya había visto antes, y por lo que ví la primera vez, no parabas de hablar pidiéndome disculpas, creí que era alguien más  sociable-

-Y lo soy, sólo que tu presencia a mí sí me trajo emociones encontradas, porque eres una de las personas  que no creía encontrar en esta fiesta-

-creí que era único, ¿hay alguien más que causó la misma reacción aquí?- nuevamente pensé en Ezra, parecía que se había esfumado de mi mente sólo por unos minutos, se sintió bien hasta eso.

-para ser honestos, mi ex-

-¿Y quién es él?-

-Es una  larga historia...-

-adoro las largas historias- parecía que su único objetivo era saber mi debilidad. Y lo estaba logrando, hasta que todo se detuvo de nuevo.

- Hola chicos, ¡ya volvimoos!! Oigan, canten está canción conmigo, sé que ya la escuchamos pero una vez más no hace daño- Sam se veía feliz, llevaba tiempo sin verla así, así que haría cualquier cosa por sentirla viva otra vez. Puso Heroes de nuevo, y la platica con Jorge termino.


Cinco y media de la mañana, él sonido aturdecedor de melancolía concluyó con Recuérdame, la casa era un desastre, pero lo único limpio para poder recostarnos con un par de cobijas fue la sala, los sillones volvieron a su lugar, donde perfectamente cabiamos Sam y yo, las habitaciones ya estaban abarrotadas por los demás, fue una gran noche.

-¿Qué no está noche ibas a perder una vez más la dignidad? Me sorprende verte vivo y consciente- la cobija apenas y me tapaba los pies, a Sam le daba una vuelta y aún le sobraba.

-siendo honesto, ni siquiera pasó lo que pensaba que  pasaría, yo juraba que está noche Ezra volvería a llamar mi atención-

-¿Y eso no pasó por qué...?-

-porque cierta PERSONA, invito a una PERSONA que lleva unos días en mi cabeza- su cara de confusión no me sorprende.- ay vamos, sabes de quien hablo-

- no..., espera, ¿hablas de Jorge?-

- te tardas, amiga-

- pero, bueno es que cierta PERSONA no me ha contado que pasó entre tú y él- es difícil porque ella piensa en lo lindo que se ve el tal Andrew con él, pero es  mi amiga, tal vez piense diferente.

- ¿Recuerdas  al chico del supermercado?-

-¡JORGE ES EL CHICO DEL SUPERMERCADO!!- no tuvo que pensarlo tanto.- Emanuel, me lo hubieras  dicho antes, que ridículo te viste con ellos, lo dejaste sólo explicando tu momento dramático del super- un golpe profundo sonó arriba de nosotros, y una voz de mujer sólo maldijo.- wey, el chisme es vital en nosotros, lo sabes...COMUNICATE!!-

-relajate, no creo que las cosas se hagan más grande lo que ya lo hice- deje mi celular en mis zapatos, era hora de descansar.

-oh no, en eso sí te equivocas, porque tu queridísimo Jorge, estará aquí mañana por la mañana, así que no puedes seguir de "pensador" y has algo- ahora ya no sé si descansar sea una buena idea.

COMO AGUA PARA CAFÉWhere stories live. Discover now