ENCUENTRO CON LA FELICIDAD

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Era un día lluvioso y mi espíritu estaba prisionero en la ciudadela de la aflicción, entonces una sílfide que notó mi estado me regaló el siguiente cuento para disipar mis congojas:

Una vez un hombre escuchó que la voz de la felicidad lo llamaba. Creyó haberla oído en los valles de la riqueza pero no la encontró allí.

Pasaron los años y aquel hombre volvió a escuchar su nombre en los labios de la felicidad, ésta vez pensó que el llamado provenía del bosque de la fama pero cuando llegó al lugar no encontró la felicidad.

Volvieron a transcurrir muchos años y el hombre escuchó por tercera vez que la felicidad le hablaba diciéndole: “Ven, aquí estoy”. Estaba seguro que la voz había llegado hasta sus oídos desde la cueva de las circunstancias, mas cuando escrutó el lugar por todos lados no había ni rastro de la felicidad.

Y luego el hombre se hizo viejo persiguiendo fantasmas en distintos lugares creyendo que eran la felicidad, y al mirar de cerca descubría que solo eran eso: fantasmas, banales ilusiones.

Entonces ya casi era el momento de su muerte y de pronto escuchó de nuevo la voz de la felicidad llamándolo. Cerró los ojos y se quedó en silencio para averiguar de dónde era que provenía el sonido. Y mientras estaba sumergido en este estado, se dio cuenta que la voz salía de un precioso lago que nunca había visto. Se acercó a la orilla e inclinando su rostro sobre las aguas dijo: - ¿Me llamabas? Y su propio reflejo en la superficie respondió: - Sí, ¿por qué tardaste tanto?

CUENTOS PARA MATAR MINUTOSOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz