EL MAR DORMIDO

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Una vez, la diosa de los sueños beso la frente del mar con sus labios de luna para hacerlo caer en un trance onírico.

Entre sueños el mar tomo la forma de una gota de agua y se decía a sí mismo: “Maldigo al destino cuyas cadenas me obligaron a nacer como una pobre gotita sin poder alguno, víctima de las circunstancias. Cruel y dura existencia, la vida es un valle de lágrimas”.

Así transcurrían sus días entre un mundo gris, hasta que en una ocasión, excavó en lo profundo de su alma para recordar que era un precioso mar, fue en ese momento que despertó.

Miro a su alrededor alegremente y se dijo a sí mismo: “Aquel vivir como gotita no era más que una ilusión… sublime y divina existencia, la vida es verdaderamente una música celeste que la belleza tañe con su lira”.

CUENTOS PARA MATAR MINUTOSWhere stories live. Discover now