Entre el odio y el amor (Dylan O'Brien y tú)

Capítulo 2

Ya llevaba varias semanas de instituto, y lo llevaba bastante bien. Había hecho algunos amigos, y empezaba a ser reconocida por la gente en los pasillos. Incluso había un chico que muy guapo y amable, se llamaba Tyler, y estaba dispuesta a averiguar si él sentía algo. La primera clase de aquella mañana era de Lengua, y según me habían dicho algunos compañeros, tras varias semanas de clase, la profesora nos mandaba un trabajo en parejas. Yo me senté cerca de Tyler mientras le sonreía. Él me devolvió la sonrisa y me señaló las listas de parejas Yo me reí, pero por dentro estaba bastante nerviosa. ¿Que él hubiese hecho ese gesto significaba que quería ir conmigo? ¿Entonces no tenía novia? ¿Sentia lo mismo por mí? La voz de la profesora me sacó de mis pensamientos, ya había empezado a decir los nombres de las parejas. "Por favor, por favor, por favor" pensaba esperando a oír mi nombre. Por fin:

-_____, tu vas con Dylan- ¿Cómo? ¿Dylan? No, no, no, no. ¿Cómo podía ser posible que tuviese tan mala suerte? Le miré y vi mi sentimiento de disgusto reflejado en su cara. Oh, genial, y encima él tampoco quería ir conmigo. 

-Tyler, tu con Lydia- ¿EN SERIO? Parecía que la profesora lo estaba haciendo a posta. Miré a Lydia y la vi sonriéndole a Tyler. Dios no podía ser peor. 

-Bien, pues a ello, este trabajo me lo tendréis que entregar a final de curso, ya sabéis- ¡¿FINAL DE CURSO?!- cuenta un 40% en la nota final, así que ás vale que os lo toméis en serio.

Se me acercó Dylan y me miró fastidiado:

-Mira como vamos a estar todo el curso juntos me gustaría dejar un par de puntos claros: No pareces muy simpática, al menos no conmigo, eso lo tienes que trabajar.-¿Que eso lo tengo que trabajar? ¿Pero quién se ha creído que es?- Segundo, quedaremos en mi casa si tenemos que seguir el trabajo después de las clases, no me apetece ir a ningún sitio más-Oh vaya, qué amable- Y tercero, tengo novia, así que no intentes nada. ¿Entendido?

-No iba a querer nada contigo ni aunque me lo suplicases, y además, no creo que tu novia tenga las mismas reglas- le dije señalándola. Estaba poniéndole ojitos al chico de al lado (gracias a Dios que Tyler no la había hecho caso a sus flirteos) y riéndose todo el rato para llamar su atención). 

-E...ese no...ese no es el caso. Vamos a ponernos a lo nuestro- me dijo enfurecido. Estaba claro que Lydia se iba a meter en problemas, y aunque me cueste decirlo, aquello me encantaba.