━━ ⦗ philophobia! ⦘
❝ y el amor
tampoco fue
temido. ❞
███████████ 𝙚𝙣 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚
remus lupin nunca se respetó así
mismo como ella lo hizo y aquila black
nunca se amó así misma com...
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III. LA CASA DE LOS BLACK.
AQUILA CAMINABA SIN ESFUERZO SOBRE LOS PASILLOS de Hogwarts durante la mañana siguiente; conocía el castillo como la palma de su mano. De hecho, lo conocía mejor que su propia mano.
Después de haberse perdido el banquete de bienvenida, muchos estudiantes la miraron con curiosidad cuando entró al Gran Salón, preguntándose quién era ella. Pero Aquila no lo notó, porque sus ojos estudiaban la mesa de Gryffindor. Sin embargo, al no encontrar a la persona que estaba buscando, sus ojos se dirigieron hacia la mesa de Ravenclaw y luego a la de Hufflepuff. Sus cejas se levantaron con sorpresa cuando miró la mesa de Slytherin y efectivamente, escondido bajo un libro, estaba su hijo con una insignia verde esmeralda y plateada adornando su túnica escolar.
Su boca se abrió con sorpresa.
Recordándose así misma que ella no era su madre, rápidamente apartó sus propios prejuicios contra la casa de las serpientes y caminó hacia él. Pero cuando estaba a punto de llegar, dudó de si misma. Quería correr hacia él y envolverlo en sus brazos, no lo había visto desde el día anterior, pero no quería avergonzarlo frente a todos sus amigos. No frente a toda la escuela.
Aquila no quería que él la odiara por el resto de su vida, ya que de por si, los adolescentes son dramáticos y además, él era un Black. Detuvo su paso y estaba a punto de llegar a la mesa de los profesores cuando escuchó que alguien la llamaba.
―¡Mamá!
Al volver la cabeza, vio a Leo corriendo hacia ella y al estar desprevenida, casi cayó al piso junto a Leo cuando el la abrazó.
―Oh, Merlín. Me estás avergonzando, Leo.―la mujer bromeó con una leve risa mientras se separaban, pero su sonrisa cayó y frunció el ceño al ver sus ojos hinchados.―Cariño, ¿qué pasa?
―¿Estás decepcionada?―él preguntó.
―¿Decepcionada? ¿Decepcionada por qué?―dijo con confusión.
La mirada de Leo bajó a sus pies mientras murmuraba.―Yo... quedé en Slytherin...
―Oh, bueno, en ese caso.―Aquila dijo con tono serio.―Puedes considerarte desheredado, jovencito.
