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-Sigues siendo joven, debes pasar estos días con tu familia.

Hinata mira a su madre, su gesto de cachorro pequeño, abandonado y con frío entra en acción al ver el ceño fruncido de la mujer.

-No, es definitivo, así que quita esa cara.

Y eso hace, su carita tierna pone los ojos en blanco y suspira con evidente fastidio. -Pero todos van a ir, mamá.

-No me caen bien tus amigas. -le dice, mientras lava un par de trastes.

-Es que son mis amigas, me deben caer bien a mi, no a ti. -le réplica, pero se queda callada en cuanto siente la mirada dura de su madre. -Ya, me pase de la raya, lo siento.

-Si, aunque de disculpes no vas a ir, ya hablé.

Hinata deja caer su frente sobre la madera de la mesa y hace una pequeña rabieta. -No puedes hacerme esto, nunca salgo con mis amigos, mamá.

La señora Hyuga se seca las manos con un trapo y mira el reloj colgado en la pared, luego mira el horno con sus galletas dentro. -Hinata, ya dije que no, no pienso cambiar de opinión. Es año nuevo y debes estar con tu familia en lugar de con esos amigos malas influencias que tienes.

La ojiperla reprime poner de nuevo los ojos en blanco. -No son mala influencia, Saku es un buena chica.

-¿Y Sasuke?

Hinata sonríe avergonzada. -Puede que no sea la persona más amable del mundo, pero igual es un buen chico.

Su madre suspira. Mira la emoción de su hija y va a hablar justo cuando el horno suena. Hinata espera a que su madre saque las galletas del horno y la mira, esperando que diga algo.

-Está bien... -finalmente cede

La peliazul muestra una sonrisa enorme.

-Pero escuchame bien, Hinata Hyuga, tengo mis condiciones. -agrega

-Ya decía yo...

-Hey, señorita, es con mis condiciones o no es. -replica, frunciendo el ceño. -Te quiero aquí antes de las 11:30, no me interesa si es temprano, la media noche debes de pasarla con la familia, y nada de beber, ni una sola, ¡ni una sola Copa, Hinata, hablo en serio!

Ella asiente, porque sabe que no hay mucho que pueda replicar. -Gracias, ma.

-¿A qué hora te vas? -pregunta, mientras saca las galletas del molde con cuidado.

La chica mira el reloj en la pared antes de responder. -En una hora, más o menos.

-Perfecto, ayudame con algo. Saca la carne del refrigerador, por favor.

Hinata pone los ojos en blanco sin percatarse de que su mamá la estaba viendo.

-Ayer vi a Naruto ayudando a su madre con las bolsas de compra, ese chico es un amor, en serio.

-Ya entendí la indirecta, mamá... -dice, con fastidio.

-Ese si es un chico con el que deberías relacionarte, no con esos amigos que tienes, incluso tú deberías de ser más como él.

Hinata hace una mueca al escuchar eso, pero afortunadamente la señora Hyuga no se da cuenta porque ella está frente al refrigerador. -Eso lo dices porque no has escuchado esa boquita que tiene, esta mañana me insultó.

Su mamá sonríe ligeramente. -Si, lo vi salir esta mañana, se ve guapo hasta con una simple sudadera, ¿no crees?

-Acabo de decirte que me insultó y tú hablas de lo guapo que es. -dice, un poco molesta.

Él era mi hermano [NH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora