Parte 16: El teniente inesperado

Start from the beginning
                                    

Kurosaki Isshin se acerca a mí y apoya su mano en mi hombro para calmarme. Ellos pueden notar la presión elevada de mi reiatsu descontrolado y no soy consciente de que estoy dañando a Renji con ello. La bajo de inmediato y veo como el rostro de Renji se relaja. Maldición. Soy un peligro para él.

-No solo es por tu fuerza espiritual, Kuchiki...sino por el contagio. Es cierto, es una plaga que se está extendiendo por la sociedad de almas. Pero encontraremos la cura. Renji está en buenas manos, no le dejaremos morir, es un chico muy fuerte ¡confía en nosotros! Somos los mejores médicos ¿verdad ishida?-

Ishida hace caso omiso al comentario fuera de lugar de Kurosaki y se centra en arrodillarse delante de Renji para empezar su revisión. Me piden que salga fuera donde urahara me espera sentado y me ofrece una taza de té.

-tómala, la necesitas....no temas, no está envenenada -

-Urahara...por favor, no me falléis...-

-¿estás pidiendo un favor?? ¿Tú?-

-No me hagas repetirlo os dejaré al cuidado de Renji...debo regresar al Seiretei, pero regresaré en cuanto haya dado las explicaciones oportunas-

-no te preocupes, aquí está a salvo. Aunque el tratamiento y su recuperación irán para largo, tendrías que pensar en un sustituto para Abarai mientras esté convaleciente-

-jamás pondré a otro hombre en su puesto de teniente-

-Te obligarán a ello y lo sabes...solo será temporal, al menos hasta que veamos cómo evoluciona Abarai...no te puedo asegurar que aunque lo salvemos, pueda volver a ser el de siempre.-

Cierro los ojos ante esa aplastante realidad. Aunque Renji se quedara inmóvil o incapacitado, yo sería su sombra o su cuerpo si me necesitara para todo. Cualquier cosa menos enterrarle, no puedo. Si él muere, yo muero con él. No soportaré otra vida de soledad sin la persona a la que he vuelto a abrir mi corazón.

-Nii-sama...-

Abro los ojos, estupefacto al ver entrar a Rukia junto a Ichigo que desvía su mirada de la mía para no enfrentarnos. Me incorporo de mi asiento y Rukia se acerca para posar sus pequeñas manos sobre las mías, mirándome con ojos lacrimosos. Me fastidia que haya traído a ese desgraciado al que tengo ganas de matar aquí y más al ver el vientre abultado de mi adorada hermana, aunque en el fondo me llene de júbilo.

-Rukia... ¿Cómo estás? ¿Te tratan bien por aquí?

-Sí, hermano, no te preocupes...necesitaba veros, me he enterado de lo de Renji y...Ichigo insistió en que deberíamos ayudar en todo lo posible-

-tú.....Kurosaki Ichigo-

-Lo siento Byakuya, debería darte muchas explicaciones sobre lo de Rukia...pero no creo que estés dispuesto a escucharme ahora imagino-

-No porque te mataré. No lo dudes, estoy muy cabreado-

-Nii-sama, estás cansado....es demasiada tensión, por favor, carga ese peso sobre nosotros, te ayudaremos en lo que sea...-

-he de volver ya a una reunión...sino las consecuencias serán terribles. En mi ausencia, no dejéis solo a Renji ni un segundo, quiero que me informéis de todo mientras estoy allí-

-descuida Byakuya, si ocurre algo yo mismo iré al Seiretei para buscarte-

Miro con recelo a Kurosaki Ichigo pero agradezco en silencio que vaya a hacerme ese favor. Me despido de todos antes de abrir el portal y entro dentro usando el shunpo para llegar cuanto antes al Seiretei. En cuanto toco suelo allí, Kyoraku se presenta ante mí con sus guardias y me mira apenado. Maldición.

"Los caprichos de mi taicho"Where stories live. Discover now