Parte 15: Normas rotas

373 32 3
                                    

15-Normas rotas

Tras terminar una pesada reunión con el resto de capitanes, me dirijo directamente a la mansión para asearme y cambiarme de ropa. No tengo que volver al escuadrón, hoy mis subordinados están de fiesta y eso me brinda una oportunidad para estar más tranquilo y en compañía de Renji, aunque no le he visto desde esta mañana cuando ya no estaba a mi lado en la cama ¿Dónde se habrá metido? Debería aprovechar para ir al mundo humano y hacerle una visita "sorpresa" a Kurosaki, el que Rukia no me dé señales de vida no me gusta nada, estoy preocupado por su bienestar y el de mi futuro sobrino, por no contar que a saber qué opina el padre de Kurosaki....pero por la fama que tiene, estará emocionado y haciendo el payaso, para variar. Me concentro para intentar localizar el reiatsu de Renji y encuentro una pequeña pista a las afueras del Seiretei. Ha vuelto a ir al rukongai. Uso el shunpo para ir hasta allí y adentrarme en el distrito del inuzuri. Todas las almas pobres que me ven pasar se esconden en sus casas destartaladas y solo unas pocas se quedan petrificadas del miedo al notar mi reiatsu. No debería ejercer tanta presión, está claro que les causo pavor...llevo hasta una pequeña casa de la cual provienen varias voces infantiles. Entre gritos y risas, encuentro a Renji sentado en una silla con varios niños a su alrededor tirando de sus brazos para llamar su atención mientras él les sonríe y acaricia sus cabezas. Me mantengo observándole apartado desde una de las ventanas y no puedo evitar sonreír interiormente. Renji siempre ha sido entregado a todos....por eso es tan querido y admirado.

Regreso al Seiretei y al caer la tarde decido ir a buscarle a su habitación. Es raro que no haya venido al dojo, debe haber vuelto hace rato ya....unas toses cercanas y bien familiares me ponen alerta en cuanto entro en su pequeña estancia y veo su chaqueta negra de shinigami sobre la cama.

-¿Renji?-

-Cough! Cough! ¿ca...capitán? –

Entro en el baño y le veo con una toalla sobre la cabeza secándose el pelo y con una mano tapándose la boca tras toser. Le miro con preocupación y él agita su mano a modo de saludo.

-No esperaba que vinieras-

-Si tú no vienes, me tocaba venir a por ti-

-Lo siento, me he retrasado con unos asuntos-

-Me imagino cuales...Renji ¿estás bien?-

-Claro me he venido a dar una ducha caliente porque afuera ya refrescaba y me había quedado un poco frío, solo es eso taicho-

-Me cabrearé como me sigas llamando así en la intimidad-

-Gomen, Byakuya...ya te digo que no es fácil acostumbrarse-

-Vístete y vamos al dojo. En tu casa hace frío, no quiero que empeores-

Le ofrezco mi mano dejándole paralizado y con los ojos abiertos. Al parecer no se esperaba eso de mí y la acepta tembloroso. Uso el shunpo a una velocidad que él pueda seguirme y en pocos minutos nos plantamos en el dojo, concretamente en mi habitación. Me quedo frente a él y alzo mis brazos para abrazarle lentamente, posando mis manos en su cabello aún húmedo, acariciándolo. Bajo tocando su espalda y le vuelvo a oír toser. El ruido que hacen sus pulmones no me gusta nada. Siento una punzada de aprensión atravesarme, un mal presentimiento. Cojo su rostro entre mis manos examinando sus pupilas. No están dilatadas, sus ojos están igual de hermosos que siempre, ahora extrañados por el modo en que le miro.

-¿tengo algo mal?-

-La cabeza-

-¿Ja?-

-Eres muy descuidado Renji, deberías vigilar más tu salud-

-Ya te he dicho que no es nada no insistas-

"Los caprichos de mi taicho"Where stories live. Discover now