Capítulo 2: Vivencias

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¿Y Elliot? – pregunté al no verlo ahí.

Tuvo entrenamiento hijo, ¿qué tal el vuelo? – respondió mi madre abrazándome.

Muy tranquilo ma, me dormí casi todo el trayecto.

– Que gusto tenerte en casa.

– A mí también me da mucho gusto regresar.

Caminamos al estacionamiento y subimos al auto de mi padre, les fui platicando del proyecto que tenía en mente y que me asociaría con dos de mis compañeros para llevarlo a cabo. Mi padre me platicó como iba la fundación que dirigía y mi madre me dijo que estaba muy emocionada porque tendría una exposición en Nueva York la siguiente semana. Leila me anunció feliz que ya había conseguido trabajo. Al cabo de unos minutos llegamos a la casa, bajé mi maleta de la cajuela y entramos. Sonreí enormemente cuando se escuchó el grito de sorpresa y vi a mis hermanos, amigos y otros familiares en la sala de la casa.

De inmediato corrió el duendecillo de mi hermana a colgarse de mí, la abracé con fuerza y le di vueltas en el aire. Después me abrazó Elliot, el recién casado, tenía apenas un par de meses de haber regresado de su luna de miel. También me dio un gran abrazo Angela y luego su pequeño hermano Santiago. Seguí saludando a los presentes, entre ellos mis tres tíos.

– Que gusto me da verte Christian, ya eres todo un hombre, que alegría que ya hayas terminado hasta la maestría – dijo el tío Mario después de darme un gran abrazo.

A mí también me da gusto verte tío, gracias por estar aquí.

– Ni lo menciones, no me podía perder tu regreso, en la noche nos vamos a festejar, ¿eh?, un amigo acaba de abrir un table–dance y las chicas están de lujo, nos llevamos a tu hermano que el hecho de estar casado no le impide ver el menú y de paso al noviecito de tu hermana para que vaya aprendiendo.

– Si Mia se entera te ahorca.

– No le vamos a decir, ya arreglé todo y hasta tu padre nos va a acompañar, será una noche de hombres memorable.

– ¿Te puedo robar a mi hermano, tío? – exclamó Mia colgándose de mi brazo.

Por supuesto nena – respondió y se fue con el resto de sus hermanos.

Te hacía en Francia pequeñuela – dije apretándole cariñosamente la nariz.

Es que este fin de semana será largo porque hoy es día feriado, llegué en la mañana, muy temprano y me voy el domingo a mediodía.

– Pues eso me da mucho gusto, aunque igual estaba planeando ir a visitarte.

– Súper, puedo enseñarte algunos lugares maravillosos y muy románticos para cuando tengas novia la lleves para allá.

– Sabes que eso de las novias no es lo mío.

– Pero, el amor es maravilloso Christian, pensé que ya habías superado... – guardó silencio, no quería herirme con ese tema – yo soy tan feliz con Santiago, nos amamos tanto, aquí entre nos, él también irá a verme, estará diez días allá.

– Que bueno que me dices, ahora le preguntó cuándo parte para yo programar mi viaje en la misma fecha.

– Ay no seas celoso ni posesivo hermano, ya sé cuidarme ¿vale?, vivo sola del otro lado del océano.

– Era broma, sé que puedo confiar en ti y no te voy a prohibir que hagas las cosas, sé que no necesita viajar tu novio para que te portes mal, sólo cuídate y siempre piensa en las posibles consecuencias.

Ardiente TentaciónWhere stories live. Discover now