Capitulo 2

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Narra Jungkook

Después de correr como imbécil lo que pareció toda la ciudad, por fin logre perder a esa pila de animales descerebrados que me perseguían sin razón aparente. Llegue a un sitio irreconocible para mi, mas limpio y aristocrático de lo que anteriormente había visto antes.

Con parsimonia comencé a apreciar la estructura de las casas y los vestidos de las personas que avanzaban por allí. Todo se veía tan asquerosamente elegante que solo podía dar una explicación. La calle del Alcalde.

Había escuchado algo ha cerca de la justicia y régimen que rodeaba a esta ciudad. Un alcalde bastardo, jueces corruptos, jerarquías palpables donde el de abajo servía y sufría por el de arriba. Eso era Londres, una ciudad de pecado.

En este sitio nada bueno crece, al mas mínimo rastro de pureza e inocencia se ve arrastrado por la porquería de la basta realidad, triturada u despedazada para ser suplantada con maldad e hipocresía. La simple realidad de la inevitabilidad humana.

- allí esta!- escuche gritar a mis espaldas. Eran los animales que hasta hace un momento creí haber dejado atrás. Sin nada que hacer o a donde correr por fin lograron su cometido. Me arrinconaron y golpearon hasta el cansancio. Después de intentar pelear en contra, solo puede dejarme hacer. Pronto se cansarían después de todo.

Caminaba- arrastraba dificultosamente gracias a mi magullado y golpeado cuerpo

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Caminaba- arrastraba dificultosamente gracias a mi magullado y golpeado cuerpo. Aquellos animales de zoológico de cuarta habían resistido mas de lo que imagine, por lo cual su paliza se volvió mas duradera de lo que mis cálculos pudieron haber previsto

Llegue silenciosamente a un patio que (sorpresivamente) era mas colorido de lo que toda la ciudad multiplicado por cinco seria. Habían tulipanes hasta gardenias, rosas y margaritas, narcisos y campanillas, jazmines y lirios. Era un jardín que fácilmente se confundiría con un paraje de cuento de hadas.

Como si el dolor se hubiera esfumado, camine tranquilamente erguido mientras recorría el jardín lo mas taciturna mente posible. Admirando sus colores y contemplando sus olores. Todo se me hacia tan familiar, me recordaba tanto a mi infancia, donde mi madre me cantaba hermosas melodías mientras nos tumbábamos en el pasto a jugar con las nubes.

Antes de ti yo,

Yo no creía en Romeos Julietas

Muriendo de amor y en sus trampas

Yo me robaba la calma

Pero la historia cambio

Pero esta historia me cambio

Escuche sorprendido la suave voz que de algún lugar cercano procedía, voltee el sitio con la mirada intentando encontrar al dueño de tan hermosa melodía, pero no encontraba nada

"El chico de la ventana" (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora