Minchan ; Dusk till dawn

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Advertencias ; lemon

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Advertencias ; lemon.

Edades; 28 y 29 años. 



No se creía lo que estaba haciendo de nuevo. 

Chan llevaba meses observando los pasos que daba Minho durante los descansos de la empresa donde ambos trabajaban. No era un acosador, en realidad era simplemente demasiado tímido para dirigirse a su encargado. Pero, ¿por qué se había enamorado de él? 

La razón era simple; Minho le había ''salvado'' de las ratas que intentaron que dimitiese ya que su puesto tenía unas posibilidades muy altas de ascender y convertirse en otro de los gerentes de área. Él tan cobarde como cuando era más joven, sólo conseguía que le hiciesen más putadas, día tras día. Minho, se dio cuenta de aquello y decidió cortar por lo sano; al próximo que se inmiscuyese en el trabajo del otro le caería una sanción con posibilidad de despido. Eso los había parado, al menos por ahora. 

La cuestión es que Chan no pudo evitar el hecho de que aquel acto despertase sentimientos hacia su superior. En un principio no eran demasiado fuertes, simplemente le parecía atractivo. Con aquel traje que se le ceñía a la perfección a su cuerpo bien formado...Después lo escuchó exponer en una reunión y fue el resto. Era extremadamente inteligente y tenía don de gente. Justo lo contrario a él. 

Con el paso de los meses sus sentimientos afloraron mientras contemplaba como el chico trabajaba. Conocía cada detalle de su rostro, como elevaba los labios al sonreír y como su nariz se arrugaba un poco cuando algo le molestaba. 

Pero fue rápido al pensar que no tendría posibilidades con un chico así, ¿cómo iba a fijarse en él? Era inseguro, tímido y torpe. En todos los sentidos de la palabra torpeza; no entendía como aún no había quemado la pequeña cocina de la empresa o se hubiese quemado mientras se preparaba un café a media mañana. Además, era como un ''acosador'', siempre viéndolo desde la distancia. 

Lo que Chan no sabía era que Minho llevaba más tiempo enamorado de él. Desde la primera vez que lo vio en la empresa se quedó prendado de aquel chico tímido y adorable con un gran curriculum a sus espaldas. Era digno de admiración. Esto sin contar lo guapo que era; Minho no sabía lo que era quitarle el ojo de encima. El problema es que pensaba que era hetero, como la mayoría de sus compañeros de oficina. 

Aún así, Minho quería intentar pedirle una cita. Si le rechazaba, pues seguiría adelante. No sería la primera vez que le ocurría con un chico hetero. Su radar andaba de mal en peor, pero aquí veía algo similar a una luz al final del túnel. Fue a buscarlo por toda la oficina y al no encontrarlo se dirigió a la parte de fuera del edificio que tenían destinada para que los fumadores descasasen. Tampoco estaba allí. ¿Dónde se había metido? 

Se le ocurrió un último lugar, la azotea del edificio. Los martes y jueves estaba abierta para que las de la limpieza se ocupasen de ella. No la cerraban en todo el día. Y siendo una persona tan tímida y reservada tal vez lo encontraría allí. Era un lugar lo suficientemente alejado para poder respirar y olvidarse del trabajo. 

Subió hasta allí y lo encontró apoyado contra la pared con lo que parecía un libro entre las manos. Intentando no hacer ruido se acercó, y acarició su pelo sin darse cuenta de lo que hacía. Chan levantó su rostro y, cuando reaccionó y vio a Minho, se volvió un pequeño tomate; lo curioso es que no se apartaron uno del otro. Ambos habían tenido sueños sobre un momento como este. Chan suspiró, y se irguió un poco quedándose a una distancia corta de los labios del chico. Sus ojos los recorrieron, entreabriendo los propios un poco como diciéndose a sí mismo, es ahora o nunca. 

Minho no tardó en imitar la acción, llevando una de sus manos a la nuca de Chan, para conseguir pegar sus labios con los contrarios; fue una sensación electrizante. Consiguió tomar su inferior con los dientes, tirando de éste hacia él, arrebatándole un pequeño jadeo a la garganta de Chan. Por otro lado, Chan había soltado su libro y sus brazos rodeaban el torso de Minho, pegándose a la totalidad de su cuerpo, quería sentir como sus cuerpos colisionaban. 

La mano libre de MInho se zafó para llegar al final de la camisa de Chan y tirando de ella hacia arriba, colarla dentro para sentir como era la piel del chico. La piel de Chan se erizó ante el contacto frío de aquellos dedos que se movían con soltura y que trazaban líneas imaginarias sobre su baja espalda y que bajaban de a poco para llegar a su trasero. 

'' I wanna touch you, baby.'' 

Otro jadeo salió propulsado de sus labios cuando la mano de Minho se hizo con parte de su trasero, apretándolo un poco más fuerte que la primera vez. Se separaron a por aire, y sus pupilas estaban dilatadas en su totalidad; sus alientos chocaban y decidieron en ese instante que seguirían. Chan asaltó sus labios como si ya le perteneciesen, trazándolos con la punta de su lengua para luego entreabrirlos propios y que Minho se hiciese con su boca. 

No supieron en que momento acabaron semi desnudos; Chan estaba estirado sobre la chaqueta de Minho, con las mejillas sonrojadas mientras respiraba con algo de dificultada. El torso de Minho se veía tonificado y bronceado, y sus pantalones desabrochados mostraban una erección que parecía querer salir de sus boxers. Minho le dejó unos segundos antes de atacar su cuello blanquecino dejando una marca grande a la altura de su clavícula. 

- Minho, h-hazlo...-Jadeó Chan sintiendo como Minho le daba uno de sus dedos para que lo metiese en la boca.- 

Chan lo hizo sin pensárselo dos veces, y Minho no tardó en empezar a preparlo. Primero un dedo que rozaba y jugaba con su entrada sin llegar a entrar del todo, cuando Chan movió sus caderas lo tomó como una orden y lo coló. Notó como la entrada de contraía y Chan soltaba un suspiró quejumbroso, llevaba mucho tiempo sin hacer nada. Cuando ya no sentía tan extraño, le indicó que podía con un segundo dedo. Sin perder el tiempo, Minho ya tenía los dos dentro y los movía de tal forma que, haciendo como si fuese una tijera, fue dilatándola hasta que estuviese listo. 

''Let's make love tonight.'' 


El atardecer se estaba acercando y ellos sabían que lo estaban haciendo no estaba bien, pero al cuerno. Una sanción no significaba nada contra lo que estaban viviendo. 


Chan elevó las caderas cuando sintió que estaba lo suficientemente dilatado como para recibirlo en su interior. Minho, con ayuda de su mano, la metió dentro de su entrada. Ésta lo recibió apretada y bien lubricada; esperó unos segundos a que Chan estuviese acostumbrado a él y después empezó a moverse. En la azotea se perdían todos los jadeos de ambos quienes no querían hacer mucho ruido para que nadie los pillase. Lo único que se les ocurrió fue volver a los besos largos e intensos, mientras Minho lo embestía con más fuerza y rapidez, llegando a su próstata en repetidas ocasiones. Cuando tocaba aquel punto, Chan se retorcía entre sus brazos gimiendo de auténtico placer. Pensó que quería grabar en su mente aquel rostro que gemía sólo para él. 

  ''Make it up, fall in love.'' 

No tardaron en irse ambos, volviendo a los besos dulces del comienzo. Ambos intentaban respirar sin conseguirlo del todo, pero no les importaba. Lo habían hecho. Se habían convertido en uno. Y aquella no sería la última vez que Minho lo tendría en sus brazos. 


'' I'll be with you from dusk till dawn.'' 

stray kids ; oneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora