Capítulo 1.

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KAY

El departamento tenía una iluminación brillante, lo que lo hacía ver limpio y alegre, Victoria estaba sentada en el sofá de tres piezas, mientras miraba en la TV un noticiero.

-¿Puedes cambiarle por favor? – Dije caminando detrás del sillón.

El chico del noticiero fue interrumpido por las ordenes de Victoria que presiono el botón del control remoto para cambiar de canal, escuche algo así como Disney Chanel pero no le preste atención.

-Te tengo una noticia –dijo mi mejor amiga levantándose y mirándome con una sonrisa.

-¿Cuál? –respondí mientras se asomaba por una ventana que daba a un jardín, me recargue en la barandilla y sonreí, el mundo podía estar hecho un caos pero a ese lugar no había llegado aún, solo espero que no lo haga, aunque sé que por más que me esfuerce en desear que no suceda lo hará, está pasando en todo el mundo.

-Nos iremos de aquí- eso no me lo esperaba, voltee a mirarla y fruncí el ceño.

-Explícate –exigí y vi como ella esbozaba una sonrisa, no pude evitar devolverle la sonrisa.

-¡Si! –Dijo con esa aguda voz que usa cada vez que se emociona- Con el caos que está armado en todo el mundo, logre conseguirnos un viaje a Inglaterra –arrugue aún más la cara y me la quede mirando ¿Un viaje? Debería estar bromeando. –Es la mejor parte, no tendremos que pagar nada de nada.

-¿Cómo conseguiste algo así? –estaba sorprendida por la ligereza de mi amiga, podíamos estar a la mitad del fin del mundo (exagerando claro) y ella seguiría preguntándose cómo se veía mejor.

-Oh… solo implica que hagamos un pequeño trabajo de voluntariado eso es todo, pero es lo de menos, ¡valió la pena!

Rodé los ojos- ¿Enserio? –Vicky puso cara de decepción y no pude evitar reír- bueno está bien… pero no creo que nos vayan a dejar salir de ese voluntariado-

-Oh vamos, deben darnos descansos ¿No? –Volvió a sonreír con entusiasmo y esta vez la correspondí.

-Bien iremos –me di la vuelta para ver por la ventana una vez más, esta vez un movimiento en lo más alto del edificio vecino me llamó la atención, no pude ver lo que era pero alguien había estado allí hacia unos segundos.

-¡Siiiii! –chilló Vicky y corrió a abrazarme, la abrace yo también y me encontré pensando como rayos es que nosotras éramos amigas, ambas éramos completamente diferentes. –Iré a empacar –dijo dando un salto y salió corriendo por el pasillo.

Mire la ventana una vez más escuchando de fondo una canción que no había oído hasta el momento, la letra me llamó la atención:

“I wish you'd understand

It’s time to set me free

My Guardian Angel”

Mi corazón dio un vuelco y tuve que sostenerme a un mueble para no caerme -¿Qué demonios? –Dije respirando profundo antes de sentirme estable de nuevo, genial, ahora tendría que irme a hacer estudios de algo, no puedo creer que en estas situaciones me esté enfermando también.

Vi por el rabillo del ojo que la sombra que había visto antes estaba allí de nuevo, voltee la cabeza para encontrarme con que no había nada, ahora también me vuelvo loca.

Y entonces llego la segunda estrofa y esta vez tuve que tumbarme en el sillón con las manos presionadas contra el pecho.

“No, no matter what I do

I'm still apart of you

I hope you'll always be

My Guardian Angel”

Vicky entro en la habitación con una chaqueta en la mano y me miro con una cara que solo podía significar confusión- ¿Te sientes bien? –preguntó.

Asentí levemente sin dejar de apretarme donde se encuentra el corazón –Solo un ligero dolor de pecho- le sonreí con ligereza aunque la mueca en su cara seguía allí.

-¡No te vaya a dar un infarto! –esta vez me reí.

-No ¿cómo crees? –me levante minutos después ya sintiéndome mejor y camine hasta la habitación que Victoria tenía reservada en su casa para mí.

Me mude con ella hace unas semanas, la cabaña era un lugar totalmente apartado y potencialmente inseguro, así que después de discutirlo con los padres de Victoria ellos decidieron que estaba bien si nos quedábamos juntas, y fue así como nos dieron un departamento desocupado donde solía vivir su abuela antes de fallecer, al principio me dio mala espina, pero con el tiempo descubrí que a lo único que debo temerle es a mi imaginación.

Entre en mi habitación y empecé a sacar ropa del closet, para ir preparando las maletas antes de tiempo, no me gusta hacer las cosas bajo presión- ¿Cuándo saldremos? –Se me ocurrió preguntar.

-¡Mañana en la mañana! –grito Vicky desde su cuarto.

-Maldición- masculle y empecé a sacar mis cosas del closet como si no hubiera un mañana.

Ángel GuerreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora