Capitulo 2

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Hi my lovers! comenten y voten♥ las invito a leer Hush-Hus de Shawn y Fix You de Nash que mañana sera el final de esa novela 

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(Narra ___)

Esa era la segunda vez en la semana que mis padres iban a una fiesta; y yo, escogí quedarme en casa. Algo me decía que la pasaría mejor allí que en casa de Sabana. Esa chica me ponía los pelos de punta; de solo imaginar que en pocos días pasaré horas sentadas a solo metros de ella, me hace querer matar a alguien.
En pocos días se acabaría el verano; tan solo me quedaban dos días para disfrutar, y el penúltimo lo pasaría allí encerrada en aquella casa. ¿Quién lo diría?
Todo era mucho mas divertido cuando tenía a Erik a mi lado; para ese entonces las cosas eran perfectas. Éramos novios y nadie podía interferir en nuestra situación; pero supongo que las cosas cambian, la vida cambia, los amigos se van, y la vida no espera a nadie.
Estaba tan feliz por tener un novio como el que cuando me rompió el corazón y me enteré de que solo me usaba para sacarle celos a una chica; no podía creerlo simplemente. Después de todo es verdad; soy de esas personas que dicen con certeza “nunca es primavera donde yo crecí”.
Tina- mi mejor amiga- llegaría al otro día de sus vacaciones. Yo no podía salir a vacacionar; últimamente a papá le había costado mucho ganar el dinero, y no me agradaba la idea de pedirle prestado para pasarlo lindo mientras el trabaja durante vacaciones; es por eso que me gustaba que vayan de fiesta. Que se relajen, que la pasen bien. Que conozcan gente; personas, amigos, etc.
No tenía nada que hacer en ese momento; revisaba los contactos de mi teléfono como si en algún minuto fuera a aparecer uno nuevo al cual llamar. Rara.
Fui a la cocina por algo de comida; decidí hacer palomitas de maíz. Muchas; y comerlas todas. Estaba sola en casa, ¿Qué mas entretenido que comer? En ese momento, absolutamente nada. No era la persona mas imaginativa para pasar el tiempo.
Estaba leyendo las instrucciones, intentando de descubrir que era lo que significaba “vigorosamente” cuando escucho un ruido en el piso de arriba. Dejé las palomitas calentando por un rato y asomé mi rostro por la cocina para intentar ver si había alguien con mi corazón a punto de salir del pecho; intentando decirle a mi mente que mi imaginación estaba jugando conmigo como usualmente lo hacía.
Tomé un largo respiro y después de unos segundos sin escuchar nada mas, me convencí completamente de que había sido producto de mi imaginación; no tenía nada que temer.
Vi como las palomitas comenzaban a reventarse una a una; pero el ruido nuevamente se dio. Era todo; había alguien arriba y yo no podía hacer nada; siempre fui de esas personas que se asustaban con lo primero que veían.
Me dirigí hasta las escaleras y subí hasta llegar a la habitación de mis papás. Me escondí en la pared y miré hacía el pasillo intentando que no me vea; mi corazón latía sin parar, casi saliendo de mi pecho, pero no era nada seguro todavía.
La sombra de alguien se asomo por la puerta de mi habitación; entonces supe que mis pensamientos no me estaban engañando y que realmente había alguien en mi casa.
Me apegué a la pared y miré fijamente hacía un punto fijo con la respiración agitada, ¿Qué se supone que debía hacer en ese momento?
Miré la habitación de mis padres; todo parecía cobrar miedo ahora. Me sentía como en la casa del terror de las películas de Halloween.
Tomé el fierro apoyado en la cama y salí de la habitación de mis papás con las manos temblorosas intentando no soltar ningún grito.
Veía como la sombra se movía dentro de mi habitación. Pronto no pude ver solo la sombra; si no también la espalda. Al parecer era un chico, y parecía ser de mi edad, pero no podía ver bien su cara. El arma que traía en su bolsillo fue el que me hizo querer desmayarme en ese momento, ¿en serio creía que podía derribarlo con un simple fierro? Probablemente todavía tenía la oportunidad de hacerlo; todavía no se daba la vuelta. Veía como guardaba las cosas que tenía en mi velador; anillos, aros, collares, y el dinero obviamente ya no estaba.
Entré de puntillas a la habitación con el fierro aun en mis manos; no podía creer la situación en la que estaba. Siempre había sido una chica completamente dependiente; de esas que no se imaginan que realmente existe la delincuencia y prefieren cegar sus ojos ante eso. De esas que piensan que a todo el mundo les puede ocurrir algo menos a ellas; pero eso bien me demostraba que estaba equivocada.
Ahora estaba atrás de el; listo para que el fierro chocara con su cabeza para dejarlo botado en el suelo. Tomé aire; lo mas que pude para poder chocar el fierro en su cabeza; pero inmediatamente escuche como el comenzaba a reír sin siquiera darse la vuelta.
- Oh, Cariño.. Tu no quieres hacer eso, ¿verdad?......

I Chose U (Hayes Grier y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora