º01º

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ºNarradoraº

el conductor de la limusina les abrió la puerta, permitiéndoles bajar, y al hacerlo este se despidió del par de rubios quien miraban la mansion ser protegida por barrotes de acero.

-siendo sincera, parece más un manicomio que, una casona...- dijo bajito la rubia, tragando en duro por el miedo, siendo escuchada por su primo, quien carcajeo por su reacción.

-ahora comprendo de donde saco la vieja esos gusto-  hablo el de ojos ámbar, calmando su risa, para girar y ver que la limusina ya se había retirado hace unos minutos y que en su lugar se encontraba un montón de personas murmurando entre ellas, para girar su anterior posición y tomar la muñeca de la rubia, arrastrandola hacia el interior de la mansión al ver como las rejas eran abiertas y cerradas a su espaldas.

-¡oye pero q..!-

-¡callate!- 

y siguió arrastrándola hasta llegar a la grandes puertas de aquella mansión, las cuales fueron abiertas por una patada por parte del rubio.

-¡bruja ya llegamos!- gritó el rubio, soltando a su contrario quien chilló al caer al piso frío.

-¡se mas cuidadoso idiota!- enojada gritó la femenina, levantándose del piso para después palmear sus ropas y luego sus manos.

-si, si lo que dijas teñida- hablo sin interés y rodando los ojos.

-¡¿yo teñirme?! ¡ja, ni que fuera tu, imbecil!

-¡ahora si considerate muerta, escoria!- grito furioso, para crear con sus manos unas llamas que fueron tomando forma de dajas y lanzarlas a la ojiazul.

-¡en tus sueños, bill!- dijo y creó un escudo, protegiéndose de las dajas.

-¡YA BASTA!- se escuchó retumbar por toda la mansión, haciendo que ambos rubios se quedaron estáticos y empezaran a temblar en su lugar.

-oh mierda, ahora sí nos metimos en problemas- susurraron ambos, tragando en seco para lo que se le venía a continuación.

-¿¡QUÉ SUCEDE CON USTEDES, QUE ACASO NO PUEDEN ESTAR UN MOMENTO SIN TRATAR DE MATARSE!?- se volvió a escuchar, haciendo que se voltearon lentamente, para recibir el sermón de la mayor.

y así iba a ser, si no fuera por un infante que jalo de la manga de la mayor, quien volteo a verlo y notar como sus ojos eran cubiertos por lágrimas junto con el sonido de sus sollozos.

-no no no, pequeño, no llores- dijo rápidamente, tomando al menor en brazos  para arrullarlo -shuu, shuu, todo está bien, no fue nada- susurró con suavidad, sintiendo como el menor solo se aferraba a su camisa, empezando a llorar -oh no, ¡Arthur!- grito, observando como el mencionado aparcería frente a ella.

-¿qué sucede mi señora?- preguntó, haciendo una reverencia, para luego mirar al niño en sus brazos- oh, ¿el pequeño pines ya despertó?

-si, ahora regresalo a su habitación, que tengo que arreglar unos asuntos con este par de niñatos- le respondió, mirando de reojo a los mencionados, quienes sólo mantenían una mirada de sorpresa por la repentina aparición del infante y el cambio drástico de actitud de la mayor.

-como usted diga- contestó tomando al niño entre sus brazos, cargandolo, para sentir como se aferraba a él, mientras aumentado su llanto- tranquilo pequeño- le susurro, para luego regresar su mirada al a mayor e inclinar un poco su cabeza- ahora me retiro- término de cerir, desapareciendo ante todos.

Mi Pequeño Humano ºBilldipº °Pausada temporal°Where stories live. Discover now