TIC TAC

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“Soy libre y no tengo amos” – dijo orgullosamente el hombre.

Habiendo escuchado esto, el reloj se rió y le dijo con voz burlona:

“Vives bajo mi sombra al igual que un sirviente tras la mano de su dueño, mis manecillas son tus cadenas, mi flemático tic-tac domina el ritmo de tus pasos.

Entregas tu cuerpo a la alborada cuando mi voz resuena, vas a trabajar y abrazas el sueño nocturno según dicten mis escrituras, haces tus labores de acuerdo a mis monótonos latidos, ordenas tu vida con base a la rutinaria danza de mis números, permaneces hechizado por mi faz, pues no pasa un solo día sin que dejes de lanzar tu mirada sobre mí, mantengo tu mente atrapada en mi celda del futuro o en mi prisión del pasado y ¿aun así dices que eres libre y sin amos?”.

Entonces el hombre tuvo que tragarse sus palabras y salir corriendo humillado porque ya se le había hecho tarde.

CUENTOS PARA MATAR MINUTOSWhere stories live. Discover now