Al llegar al set de grabación las chicas quedaron sorprendidas al observar la enorme producción - ¡Mierda, esto está en grande! – Dijo Lauren - ¡Ni que lo digas! – Aseguraba Dinah.

Al parecer esta escena iba a requerir de muchos ángulos de toma, ya que había varias cámaras en puntos específicos del parque, las grúas que se veían a lo lejos también contaban con cámaras sobre ellas, al parecer la luz natural no sería suficiente para dicha escena, así que la producción colocaba cierto tipo de luces en algunas partes para darle un toque más estético al lugar - ¿Quiénes serán los que actúen en esta película? – Preguntó Camila – No lo sé, pero estamos a nada de descubrirlo – Contestó Lauren - ¡Oigan ustedes! ¿De qué departamento son? – Una voz masculina hizo que las chicas se giraran a ver de quien se trataba - ¡Oh, no! Sólo somos extras de la escena – Contestó Camila - ¿Y qué hacen aquí? ¡Vayan a colocarse en su lugar, estamos a cinco minutos de grabar! – Dijo algo exasperado el señor – Disculpe, sólo por casualidad ¿cuál es nuestro lugar? – Preguntó Dinah, el hombre no tenía tiempo de discutir por lo que llevó a toda prisa a las chicas al lugar que les correspondía – Muy bien, quédense aquí hasta recibir la indicación del director – En ese momento el hombre se alejó.

Minutos después volvía hacia ellas un hombre muy conocido para Camila y Lauren, pero desconocido para Dinah – Camila, ese que viene caminando hacia nosotros no es... - Wes Anderson – Dijeron ambas emocionadas - ¿Quién? – Preguntó Dinah la cual no recibió ninguna respuesta – Chicas lo siento, pero creo que deben de tirar las bebidas que llevan en la mano – Dinah, Lauren y Camila aún llevaban consigo los cafés que habían comprado justo al entrar al parque, las tres no dudaron en realizar dicha acción que había pedido el director quien continuó hablando – Bien, ahora sólo quiero que caminen como si fuera un día normal en Nueva York, ustedes caminarán hacia allá mientras que las protagonistas pasan a lado de ustedes, prohibido voltear a verlas, recuerden que son gente normal caminando por la ciudad ¿de acuerdo? – Las chicas solo asintieron - ¡Muy bien, entonces todos a sus lugares! Ally ¿puedes llamar a Emilia y Emma, por favor? – Al escuchar los nombres de las actrices, las chicas se emocionaron y comenzaron a divagan - ¡Ay por favor que sea Emma Watson! – Rogó Dinah - ¡Emma Stone por favor! – Dijo Camila - ¡Emilia Clark, que sea Emilia Clark! – Imploró Lauren con los ojos cerrados - ¡Ahora sí, todos a sus posiciones! – Gritó el director – Las chicas se tuvieron que acomodar y dejar los nervios de lado - ¡Emma, Emilia! Ustedes comenzarán a caminar desde este punto – Camila sintió cómo sus mejillas se tornaban rojizas y no por el frío que emanaba la nieve, sino por el calor que los nervios la hacían tener al ver que en efecto era Emma Stone, su eterno crush, la que pasaría caminando a un lado de ella, Lauren por su parte no pudo articular ninguna palabra desde que vio que era Emilia Clark la que tenía ante sus ojos, Dinah por su parte sentía emoción, pero no tanta como el otro par.

- ¡3, 2...Acción! – Gritó el director y así todo comenzó a cobrar vida, las personas, las luces, las cámaras, los actores, el lugar y las chicas, si existiera el premio a mejor extra de una película, este sería para ellas, su esfuerzo para no voltear a ver a las protagonistas cuando estas caminaban cerca de ellas, era máximo.

Las chicas duraron parte del día participando y viendo las escenas que grabaron en Central Park, incluso lograron colarse a los camerinos para pedirles a Emma Stone y Emilia Clark una foto.

De regreso al apartamento las chicas aún tenían como tema de conversación su corta participación en una película Hollywoodense y la fotografía de ellas con Emilia y Emma - ¡Dios, esta experiencia debe ir en mi curriculum! – Dijo Dinah al entrar al apartamento – Pídanme un autógrafo ahora, porque no sé cuánto valga después cuando la película se estrene en cines y yo sea famosa por mostrar la parte trasera de mi cuerpo en una película de Wes Aderson – Dinah comenzó a posar como si miles de cámaras estuvieran apuntando en su dirección, Lauren y Camila miraban a la polinesia desde el sofá de la sala – Ya siéntate por favor ¿qué no estás cansada? – Preguntó Lauren – ¿De ser famosa? ¡Claro que no! – Contestó la Polinesia – Yo tengo hambre – Dijo Camila que inmediatamente abandonó el sofá para adentrarse a la cocina – Oye, pero hace como una hora que comimos – Aseveró Lauren – Sí, pero comimos tarde y cuando llega la noche mi pancita sabe que es hora de comer otra vez– Contraatacó Camila – Cena algo ligero como un cereal porque si comes algo más pesado te puede doler el estómago – Indicó Lauren – Sí mamá lo que tú digas – ¿Qué? ¿Soné como Sinu? – Un poco – Dijo Camila algo juguetona sabía que podía hacer enojar a la ojiverde – Claro que no – Claro que si - ¡Claro que no! - ¡Que sí! - ¡Qué no! – ¡Qué sí! - ¡Que se callen las dos ya! – Interrumpió Dinah, así que ambas chicas tuvieron que parar esa tonta discusión – Camila regresó a la sala para sentarse en el sofá con un plato de cereal – Me hiciste caso – Habló Lauren al darse cuenta de lo que Camila estaba cenando – Me dio flojera hacerme quesadillas – Se justificó la castaña – Sí, claro – Lauren sonreía mientras que Camila la miraba algo molesta, pues no quería que la ojiverde siguiera pensando que había seguido su consejo, aunque sin querer así fue.

Las chicas miraban en la sala la televisión cuando minutos después Dinah se retiró a su cuarto dejando a Camila y Lauren solas en la sala, la castaña aún seguía cenando su cereal mientras veía atenta el televisor, por su parte Lauren veía su celular – He resuelto el enigma de cómo la foto apareció en mi mochila – La ojiverde dejó de ver su celular para mirar a la castaña - ¿Qué? – Dijo Camila al no escuchar lo que Lauren había dicho – Que ahora sé por qué estaba la foto de nosotras en mi mochila, Clarisse la puso ahí – Afirmó Lauren - ¿Clarisse? ¿Y por qué haría eso? – Preguntó la castaña – Le dije que eras una vieja amiga que no veía desde hace mucho y al ver la foto creyó que poniéndola en mi mochila yo la vería, te la mostraría y las dos volveríamos a recordar viejos tiempos y volveríamos a ser cercanas – Camila dejó caer de golpe la cuchara al cereal el cual salpicó un poco de leche al sofá – Ella no sabe que anduvimos ¿verdad? – Lauren sólo negó con la cabeza – Vaya, qué ingenua ¿Y por qué no le dijiste la verdad? – Continuó Camila – Quizás decirle la verdad sería formalizar un poquito más nuestra relación y creo que todavía no es el momento – Confesó Lauren - ¿Así que Jauregui está dudosa comenzar una relación formal? – Preguntó Camila – Es...Complicado, creo que son muchos factores los que debo analizar, el siguiente año no sé si siga en Chicago o me mude a otra ciudad a realizar mis prácticas, además, no sé si ella esté segura de querer salir con una chica, se enoja si alguien intenta sacar conclusiones de nosotros, no puedo besarla en público, pero se encela si alguien se me acerca con otras intenciones – Terminó Lauren – Me huele a closet – Sus papás son muy conservadores, tampoco eso le facilita las cosas – Pues entonces tendrás que aprender a quererla de esa manera y esperarla hasta que ella esté segura – Confesó Camila - ¡Claro que la quiero! Es un ser humano increíble – Esas palabras dolieron más de lo que imaginaba Camila – Tu... ¿La quieres? – Estas palabras hicieron que Lauren volteara a ver fijamente a Camila ¿Qué observaba en sus ojos? ¿Dolor? ¿Tristeza? ¿Por qué reflejaba eso Camila? Se supone que ya no la quería ¿O aún lo hacía? Después de meditar tanto, Lauren se sinceró – Yo...Creo que si – Al escuchar esto, Camila tuvo que aguantar no soltar una lágrima, las cuales estaban a punto de asomarse – Bien por ti, entonces espérala y no la presiones, ella tiene que saber que ocultar un amor para protegerlo es también perderlo – Continuó la castaña- Yo creo que me iré a dormir estoy muy cansada, buenas noches – Camila se levantó rápidamente del sofá y se dirigió primero a la cocina a dejar el plato y después tomó camino a su habitación, al entrar, Camila no soportó más y las lágrimas se hicieron presente en sus ojos, no había de qué convencerse, Lauren la había olvidado, tal como lo había dicho en el aeropuerto, no había nada que rescatar y no había nada que pensar, por más que le doliera esta situación Camila tenía que entender que los sentimientos de Lauren ya no le pertenecían, desde hace mucho habían dejado de pertenecerle porque así lo dedujo ella, al ponerle punto final a esta historia.

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