Treinta y uno

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Noah no quería ir a la escuela. Mejor dicho, no quería salir nunca de su hogar. Quería quedarse con las únicas personas que realmente lo amaban, y esos eran sus padres. No quería saber nada más de nadie nunca, aunque sonara demasiado dramático. Se sentía de lo peor.

Harry: Debería quedarse en casa y nunca volver a la escuela, Loulou.

Louis: (Ríe) Ni loco. Tiene que salir al mundo, cariño. No puede estar así toda la vida sólo por un chico.

Noah se había resignado y tuvo que levantarse de la cama e ir a prepararse para ir a la escuela. Una vez fuera de su habitación se dirigió directo a sus padres necesitado de amor.

Harry: (Restregando sus orejas de gato con las de Noah con una sonrisa) Amo hacer esto.

Louis: ¿Estás listo para irte, bebé?

Noah sólo asintió dejándose llevar por los cariños de su padre híbrido. Harry le prometió que cuando llegara a casa después de la escuela lo mimaría toda la tarde hasta que estuviera contento y satisfecho.

Al llegar a la escuela Louis le dijo que no ignorara a sus amigos y mejor dejara a un lado la situación de Aaron. Noah asintió de acuerdo, al fin y al cabo, son sus mejores amigos. Con un beso de despedida en la frente el híbrido salió del auto con dirección a sus amigos que se encontraban esperándolo en la entrada.

Louise: (abraza a Noah) ¿Todo bien? ¿Cómo te sientes?

Noah: Estoy bien. Lo siento por mi comportamiento de ayer, chicos.

Josh: Hey, no tienes por qué disculparte. Te entendemos completamente. Eres nuestro mejor amigo, Noah. Siempre estaremos ahí para ti.

Louise: Siempre. Olvidémonos de todo lo que pasó, ¿de acuerdo?

Los tres asintieron y chocaron los puños.

Ya dentro de la escuela, los tres amigos se fueron por sus propios caminos. Noah no quería entrar a clase de francés. No quería ver a Aaron y mucho menos estar sentado detrás de él. Pero una chica rubia de ojos café llegó a salvarle el día.

Emily: Hola, Noah.

Noah: (sonriendo) Hola.

Emily pudo jurar que vio la sonrisa más linda de todas. Se detuvo un momento para apreciar el hoyuelo que se le formó en su mejilla izquierda. Noah era uno de los híbridos más adorables que haya visto nunca.

Emily: ¿Le dirás algo a Aaron?

Noah: No. Y si no te molesta, me gustaría sentarme a tu lado.

Emily sonrió gustosa y, tomando el antebrazo de Noah, entraron al salón ignorando completamente la presencia de Aaron.

En toda la clase, Aaron se mantuvo ocupado en su celular. Se extrañó un poco al ver que Noah no se había sentado en su lugar usual -detrás de él-, pero lo dejó pasar y siguió mandando mensajes de texto a su nueva chica, Lexi.

Por otro lado, Noah tuvo una entretenida clase de francés junto a Emily. Rieron, charlaron y juntos hicieron un trabajo que les había asignado el profesor. Parecía que Aaron ya no existía para Noah, sólo Emily estaba en su campo de visión.

Al tener un agradable día en la escuela junto a sus mejores amigos, Noah regresó a casa contento. Harry y Louis estaban felices al ver que su hijo parecía haber superado al tal chico y seguía con su vida, como si nada hubiera ocurrido realmente.

Ésa misma noche, Noah hizo planes con Emily para salir un sábado a pasear por el parque y tomar un café. Noah pensó que se trataría de una cita, y eso le pareció bastante bien ya que Emily era muy agradable. Y linda. Muy linda.

***

¡Hola! La desaparecida al fin apareció por estos rumbos.

Perdón por estar en un pequeño hiatus pero ya regresé con todo el ánimo para escribirles más capítulos. (;

Quiero que me comenten su personaje favorito en esta historia y por qué es su personaje favorito. Las 10 primeras personas que lo hagan tendrán una dedicación cuando llegue a su fin esta fanfic. (:

No se preocupen, todavía hay un poco más de historia que contar.

De nuevo gracias por las 100k visitas. En serio no saben lo que me llena de felicidad ver que les esté gustando mi basura de escritura y me apoyen con un voto y un comentario. L@s amo a todos.

Espero leerles pronto. <3

Kitten ~ l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora