Sin Nada

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Tony miraba a través del vidrio de la nave, llenado sus ojos con el infinito vacío que lo rodeaba, también con las distintas estrellas que se encontraban a años luz de su ubicación.

Acaba de grabar un mensaje para Pepper, aquella mujer que lo había soportado tras largos años, pero, no sabía cómo continuar.

Debía grabar un mensaje importante, uno para Steve, pero, las cosas entre ellos habían quedado tan mal, que no sabía si Steve quería escucharlo. No había momento en que no se arrepintiera de aquella pelea. Había sido absurdo, cada uno tenía un motivo por el cual pelear, pero, siendo consecuente, tenía mas motivos de peso Steve que él, porque, a diferencia de sus padres, Bucky si estaba vivo.

Ahora entendía con más claridad porque Steve no le había dicho nada, Steve probablemente pensó que él haría exactamente lo que hizo cuando supiera la verdad, o aún peor, por eso se lo oculto, pensando que tenía más tiempo para poner todo en orden. Lamentablemente las cosas les estallaron en la cara y él, para su decepción, cumplió las expectativas.

Ahora, aquí, en un lugar lejano de la tierra y lejano de su hogar, se preguntaba si había valido completamente la pena.

Si de algo se arrepentía, era de no haber tomado aquel viejo teléfono y haber llamado cuando tuvo la maldita oportunidad, de no haberle dicho nada a Steve, nada de cómo se sentía respecto a él, nada de cómo hacia que su corazón se acelerará con las palabras adecuadas, con la compañía, con su toque, con su sonrisa o con su mirada de color mar, nada de cómo lo había hecho un mejor hombre, nada de cómo fue su bote salvavidas en los momentos más críticos de su vida, nada de cómo le dió un complemento adecuado a su vida, nada de cómo a medida que avanzaba el tiempo, el gran amor que sentía por él le quemaba el pecho como brasas al rojo vivo.

Nada, porque, a pesar de todo, seguía siendo un cobarde.

Y ahora, solo tenía el corazón lleno de sentimientos y la mente nublada de recuerdos.

Ya no tenía nada, no tenía comida, no tenía agua, pronto dejaría de tener oxígeno y tenía muy poco tiempo de vida.

Irónico, no, él, que siempre lo tuvo todo, absolutamente todo a su disposición, iba a morir por la carencia de esto.

Miró fijamente la careta de su traje por un tiempo, y decidido a cambiar el designó de su vida en el último minuto, empezó a grabar el último mensaje.

Si iba a morir allí, prefería morir como Tony, el hombre valiente que se atrevió a confesar sus sentimientos, y no como Tony, el hombre cobarde que siempre vivió oculto entre sus máscaras.

Solo esperaba que el mensaje llegará a su destinatario y deseaba de todo corazón que Steve fuese feliz por el resto de su vida, porque él no estaría a su lado para verlo.

Así que horas después, con una sonrisa en los labios, la memoria de una brillante y hermosa sonrisa, unos ojos claros y cabellos dorados, pero con las manos vacías y sin nada a lo que aferrarse más que a sus recuerdos Anthony Edward Stark abandono la vida.

Mas StonyWhere stories live. Discover now