•Sin Poderes•

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Natsu
Cuando Lucy salió de la habitación porque no le contestábamos, reaccioné. Todos estábamos en shock completo ya que lo que decía Lucy era extraño. ¿Destrucción? ¿Qué tengo yo que ver con la destrucción?.

Cuando bajé junto a los chicos, fruncí el ceño al ver a Cobra muy cerca de Lucy, al parecer diciendole algo al oído, no podía ver a Lucy porque estaba de espaldas a mí pero cuando Cobra se separó de ella, vi en él una extraña sonrisa de ¿victoria tal vez?.

Lucy se volteó y cuando me vio, frunció el ceño y me atacó ferozmente. No entendía nada pero:

-Envenenarme? Tan bajo caíste. Me hubieras dicho que no me amabas y  listo ¡¡No tenías que engañarme!!

Sus palabras resonaban en mi cabeza y me confundían aún más. ¿Por qué Lucy cree que yo la envenené o no la amo? Es ilógico, ella es mi pareja y si no la consigo recuperar antes de la etapa de celo me volveré loco.

Cuando Gageel y Juvia me ayudaron a levantarme, fijé mi mirada en Cobra quién seguía ahí parado frente a mí con su estúpida sonrisa.

-Majestad, me han dicho que me necesitabas para un trabajo, dijo con descaro.

-Qué le hiciste a mi Lucy!?, pregunté y me dirigí hacia él -La envenenaste y luego la engañaste!! Y ahora, lo vas a arreglar!!, grité.

Él sonrió y lo que dijo, hizo que me dieran ganas de matarlo ahí y ahora.

-Envenené a Lucy y como sabía que al momento en que lo descubrieras vendrías hacia mí. Así que le puse una ligera capa de amnesia para que olvidara lo que pasó antes del desmayo, dijo aún con esa gran sonrisa. Cuando iba a hablar, Levy soltó furiosa.

-Por qué!? Tráeme a mi Lucy devuelta!! Ahora!! ¿¡Por qué lo hiciste!?, era sostenida por Gageel mientras lloraba y le gritaba a Cobra.

-Por qué?, pregunté serio.

-Porque odio al príncipe Natsu Dragneel, contestó y desapareció de mi vista sin decirme cómo arreglarlo.

El fuego recorría por mis venas con rapidez pero la tristeza golpeó con más eficacia y me desplomé en el suelo al sentirme incompleto sin mi amada Lucy, quien en este momento debe estar pensando que no la amo y que la envenené, Levy se acercó a mí y me abrazó mientras lloraba conmigo. Las puertas se abrieron dejando ver a Jellal, Erza y Gray quienes parecían no traer buenas noticias.

-Ella saltó, dijo Erza.

-Puso una barrera en nuestro camino impidiendo nuestro paso, dijo Gray.

-Se veía muy furiosa con todos nosotros, dijo Jellal.

Mis lágrimas aumentaron pero era una combinación extraña junto al enojo. Al no tener cerca a mi amada me hace querer golpear todo y volverme loco, pero no quiero hacer nada...es como si cayera en depresión. Igneel apareció con un semblante de tristeza y me llevó a mi habitación, le dio habitaciones a mis amigos y yo lloré como un loco toda la noche.

Al día siguiente no me quise levantar de la cama pero un guardia llamó a mi puerta apresuradamente, salí después de bañarme y ponerme ropa limpia. Todos estaban viendo hacia afuera con sorpresa y los dragones que volaban, escupían fuego sin cesar.

-Qué cara..., dije al ver la gran muralla de agua que hay alrededor.

-Es Lucy. Jude me lo ha dicho, se levantó temprano y formó esa gran muralla para que tú no salieras de aquí, dijo Igneel llegando a mi lado.

Había una gran barrera de agua alrededor de todo el territorio de dragones y aunque trataban de evaporar el agua, no podían.

-Donde están mis amigos?, pregunté serio.

Mi Pequeño Secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora