Cena familiar

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-Bien, todo estará bien- me digo a mi misma dándome ánimos, pero a quién quiero engañar.

Mi madre y yo ya estabamos listas y Marc se ofreció a llevarnos a la manada. Entramos en la gran sala donde comeríamos. Era como en mi sueño, solo faltaban los padres de Marc y la comida. Nos sentamos y Marc se fue a por sus padres. Minutos después aparecieron y un ambiente pesado se instaló en la habitación.

-Sentimos llegar tarde- se disculpó el padre de Marc.

Mi madre y yo nos levantamos para saludar. Una mujer rubia con el pelo largo y los mismo ojos que Marc se acercó a mi madre y le dió dos besos en la mejilla, luego hizo lo mismo conmigo.

-Cariño, eres muy hermosa- me dice agarrándome de los brazos y dándome dos besos -Soy Mina, la madre de Marc, encantada- se presentó sonriéndome.

Alrededor de ella todo era alegría y felicidad, le caía bien por lo que noté, así que solo me preocupaba el padre de Marc, un hombre con el pelo rubio oscuro como Marc y con unos ojos oscuros que daban miedo.

-Lana Mitch- le digo sonriendo -Lo mismo digo.

Mi madre me observaba de lejos un poco seria, parece que no le gustaba mucho todo esto.

-¿Dónde esta Noa?- pregunta la mujer que todavía se mantenía cerca de mi.

-Iré a buscarlo- dijo Marc disculpándose con la cabeza, yo le lancé una mirada de no te vayas, pero no funcionó.

-Señora Mitch- saludó el padre de Marc a mi madre.

-Llámame Claire- dijo ella -Señor Blackesley- añadió por último.

-Señorita Mitch- me dijo esta vez a mi, acercándose adonde estaba, lo que hizo que mi madre se tensara.

-Solo Lana, Señor- le dije educadamente pero asustada por su cercanía.

Justo cuando llegó a mi, la puerta se abrió, apareciendo Marc con Noa detrás de él.

-¡Lana!- saludó Noa cuando me vió y corrió a abrazarme.

-Hola Noa- le dije con una pequeña sonrisa.

-Apártate de ella- gruñó Marc, ¿celoso?

Noa se separó y después se fijó en mi madre. Se acercó y la saludó educadamente.

-Señora, soy Noa Blackesley- se presentó -Tiene unos ojos preciosos como su hija- dijo mirando los ojos verdes de mi madre.

-Claire Mitch- saludó mi madre complacida.

-Bien, sentémonos- gruñó otra vez Marc a su hermano.

Eso hicimos, nos sentamos todos y empezaron a traer la comida a la mesa. Un poco más tranquila me fijé que Noa era la viva imagen de su madre, eran muy parecidos.

-Cuéntanos sobre ti, Lana- dijo Mina sonriendo e interesada.

-Bueno, no hay mucho de que hablar- le contesté -Tengo dos mejores amigos, conocí a Marc y Noa en el instituto, hice algunos amigos nuevos...- No sabía que más decir.

-¿Cuántos años tienes?- preguntó de nuevo.

-Dentro de poco cumpliré 18- digo apartando un poco la mirada.

-Eso quiere decir que ya tendrás tus poderes- dijo el padre de Marc hablando por primera vez.

-James, cariño- le dijo su mujer -Se un poco más amable.

-Sí, sí- dijo él.

-Lo siento, él siempre es así- se disculpó Mina.

-No pasa nada- dije nerviosa.

-Mamá, déjala- le dijo Marc -Hay mucho tiempo para que os conozcáis, no tiene que ser ahora.

-Pero quiero saber más sobre ella- se quejó su madre.

-Me alegra tenerte como familia- dijo Noa cambiando de tema.

-Gracias- le contestó.

-Solo falta que la manada la acepte- dijo el padre de Marc monótono.

-Papá- dijo Marc molesto -Seguro que lo harán- le dijo frunciendo el ceño.

Dios, no soportaba la tensión que había a veces, quería salir corriendo para no volver. Al final, como en mi sueño, todo era silencio y miradas mientras comíamos.

-Has sido un placer conocerte querida- se despide Mina.

-El placer ha sido mio- le sonrió.

-Si tienes curiosidad sobre algo o quieres saber más sobre mi hijo, aquí estoy- me susurra antes de separarse de mi guiñándome un ojo.

Por fin la cena había terminado, la madre de Marc me caía muy bien, ella seguía con ganas de preguntarme más cosas, pero Marc no la dejó.

-Adios- dijo Noa abrazándome y haciendo que su hermano volviera a gruñir, ¿cuántas iban ya? ¿Tres?

Después, Mina y Noa se despidieron de mi madre.

-Lana- dijo el padre de Marc cuando me dí cuenta de que lo tenía enfrente.

-¿Si?- pregunté insegura.

-Vuelve otra vez a visitarnos- dijo para marcharse.

-En realidad le caes bien, solo que no sabe como expresarse- dijo Mina apareciendo a mi lado y sonriendo, aunque no estaba muy segura de eso que había dicho -Hasta luego.

Marc nos llevó de vuelta y una vez en casa por fin pude respirar tranquila. Pero mi paz duró poco.

-¿Qué tal ha ido?- preguntó Amy emocionada -¿Ha habido sangre? ¿Muertes? ¿Peleas?...

-Amy- le dijo Tyler intentando que se calmara.

-No- le contestó -Solo que... creo que no le caigo muy bien a su padre.

-Ah, no te preocupes, a ese hombre no le cae bien nadie- dice Amy restándole importancia -Creo- dice dudando un poco -Él siempre está con el entrecejo fruncido o con cara de pocos amigo.

-Gracias amiga por animarme- le dijo sonriendo.

-De nada- dice sonriendo de vuelta.

-Has hecho algo muy impresionante- dice Tyler -Estas cambiando el futuro.

-Creo que exageras- dice Amy mirándolo como si estuviera loco.

-No, es en serio, dentro de poco los lobos y brujas se llevaran bien, ya lo veo- dice perdido en sus pensamiento.

-Chicos, me voy a dormir- les digo -Estoy cansada, demasiada emoción por un día.

-Descansa- dice Tyler.

-Sueña con tu lobo- dice Amy guiñando un ojo.

Le saqué la lengua como niña pequeña y me fui corriendo a mi habitación. Encontré a Félix ya dormido, por lo que, sin hacer mucho ruido me acosté con él.

-Buenas noches, amigo- dije para después dormirme.

La última brujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora